Monday, August 29, 2005

Pánico

Tengo pánico. Pánico escénico. No lo puedo evitar. Viajo este viernes... nos encontramos con Walter el próximo miércoles 07...
Acabo de leer a Mili, y los comments a ese post... no me contuve, vomité mi triste historia.
El epílogo de ésta que voy a contar ahora.

Conocí a Walter el año nuevo del 2002-2003 acá en Chile. Anduvimos por tres días, en una conducta sin precedentes para mí. Cuando atinamos le pregunté si él estaba pololeando, y me dijo que sí. OK, mis circunstancias eran extraordinariamente especiales como para que no me importara el pequeño detalle, considerando además el hecho casi indesmentible que no nos veríamos nunca más.
En nuestro viaje al Aeródromo, vuelo Chaitén - Pto. Montt, por esas cosas del destino nos tuvimos que ir en avionetas separadas, quedando de juntarnos en El Tepual, para pasar la tarde juntos en Angelmó junto a sus amigos, en espera de su vuelo a Stgo y luego a USA. Yo me fui primero, y en el trayecto cambié de opinión y decidí no esperarlo. Llegué al Tepual y desde ahí desaparecí.
Meses más tarde me bajó la curiosidad y me conseguí su e-mail con una conocida en común. Respondió de inmediato. Comenzaron los mails. Tuve un viaje a Brasil, le propuse encontranos allá. No pudo, pero me propuso juntarnos en Florida. Yo no pude.
Llegó julio y mi viaje en septiembre a USA ya estaba decidido. Avisé a todos mis conocidos gringos, él entre ellos. Prometió visita.
Y cumplió. Nos reencontramos un 12 de septiembre de 2003 en Windsor, CA, en la casa de mi familia gringa.
Yo no sabía qué esperar. Pero su abrazo en el umbral de la puerta fue tan elocuente que no me quedaron muchas dudas sobre el status de nuestra "relación" que él tenía en mente.
Debo reconocer en este punto que hubo un momento en que quise detener la velocidad de los acontecimientos, pero una parte de mí decía que no había tiempo para pensar. "Take or leave it", como dicen allá. Y tomé mi opción por él.
Eso sí, antes que pasara nada en este nuevo encuentro, le pregunté qué onda con su polola. Me dijo que había terminado con ella en julio.
OK, y con mi conciencia más tranquila, me di permiso para dejarme llevar por la vida de la forma más inocente y confiada, aunque con algún secreto resguardo interno, debo confesar. Resguardos que se él se encargaría de hacer desaparecer casi por completo con una actitud devotamente amorosa.
Y es así como le permití otorgarme el título de girlfriend. Se quedó por dos semanas. Dos maravillosas semanas. Paseamos, me presentó viejos amigos del collegue, todo perfecto. Luego volvió a su ciudad comenzar su nuevo trabajo en una nueva firma.
E-mails regulares, llamadas por teléfono semanales, todo en regla. Segunda visita suya en octubre. Viaje hermoso de un fin de semana largo a un lugar idílico. Algunas conversas serias. Algunas palabras suyas en tiempo futuro que me asustaron un poco, me hicieron sospechar nuevamente de la velocidad que estaban tomando las cosas.
Mi trabajo terminaba en diciembre. Desde que que le conté desde Chile que iría a California, que me pidió que luego de mi trabajo me fuera a pasar unas semanas con él a Atlanta antes de regresar a Chile.
Así es que planeamos mi arribo para el 13 de diciembre, hasta el 06 de enero de 2004.
Y llegó el día en que tenía que despedirme de California. Sentí susto. Sabía que ese viaje representaba la oportunidad de conocer al verdadero Walter, quien hasta el momento se había mostrado intachable. Pero esa era justamente la razón de mi desconfianza... SABÍA que nada podía ser tan perfecto, que en alguna parte estaba el truco... pero también sabía que si no iba y lo averiguaba por mí misma, nunca me perdonaría la cobardía de no haberlo siquiera intentado. No había mucho más que decidir, sólo armarme de valor y tomar el avión. Y eso hice.
La primera semana fue linda de verdad. Fue más real, justo lo que yo quería, sin tanta parafernalia. Jugamos a la casita. Estaba todo hecho un desastre - se había cambiado de casa unos meses atrás y aún no terminaba de ordenar -. Como yo no soporto el desorden, y como me sobraba tiempo mientras él estaba en la oficina, dejé todo ordenado y soplado, de lujo. Le preparaba devotamente el desayuno feliz y sonriente todas las mañanas, volvía de la oficina a buscarme a la hora de almuerzo para almorzar juntos, luego me dejaba en algún sitio de mi interés, hasta que nos encontrábamos nuevamente después de su trabajo. Ibamos de compras al supermercado, compramos algunas cosas que faltaban para el depto, nos tomábamos un vinito por las tardes frente a la chimenea, leíamos juntos - para mejorar mi pronunciación -, bailábamos a Frank en la más clásica, salíamos a comer por las noches, o a algún pub con sus colegas, a ver Cascanueces - era vísperas de Navidad -, conciertos de música celta, etc.
Mi fantasía de infancia era pasar una Navidad en New York. El se anticipó sin que yo nunca se lo cometara y sacó pasajes y reservó hoteles... y pasé la Navidad más mágica de mi vida patinando en el rink del Rockefeller Center. Cuatro días maravillosos.
Volvimos a Atlanta el 28 de diciembre de 2004.
El 29 de diciembre descubrí pistas que me aterrorizaron.
El 30 lo supe todo. Nunca dejó a su antigua polola. Yo era la otra, mientras él sostenía con la oficial una relación - también a la distancia - en paralelo a la nuestra.

Mi mundo se detuvo. Nunca en mi vida me sentí más sola que en esos eternos instantes, ni más desvalida, ni más desamparada, ni más defraudada, ni más engañada, ni más burlada, ni más enrrabiada...

No rodó una lágrima por mi cara en su presencia. A cambio, la indignación más inmensa me subió por la garganta, y me largué a increparlo.
Y fue una letanía totalmente excenta de grosería o descontrol alguno. Abría mi boca y vertía puro veneno, sutil, sarcástico, irónico, hiriente, descalificante, humillante, degradante.
Me senté, con una copa en mi mano, a contemplar el derrumbe de ese hombre, de la imagen que tanto se había esforzado en construir para mí. Lo invalidé, lo anulé, lo pisoteé elegantemente sin piedad.

Lloraba. Sí, él, lloró. Y a mí, en medio de mi arranque de malignidad pura, se me apareció como alguien totalemente carente de dignidad.

Llegó un momento en que me sugirió que, si yo quería, me podía llevar a un hotel, como fue mi impulso no expresado en un primer momento, salir corriendo, para variar un poco.
Pero no, para mi propia sorpresa algo cambió en mi interior...
- "acaso crees que te haré las cosas así de fáciles?" sonreía mientras le decía estas palabras... no, querido, te vas a acordar de mí. Puso cara de pavor.
Tomé la resolución interna de que probablemente la pena y desilución me acompañarían largo rato, pero que toda la rabia y el veneno producido por esa puñalada a traición serían vertidos hasta el último milígramo sobre quien lo merecía, él, ahí, en ese mismo lugar. No me traería nada devuelta, mi familia no se lo merecía, y más lo odiaba por empozoñar de esa forma mi regreso, mi alegría de verlos trocada en tristeza por su bajeza.

Pregunté todo lo que quería saber. Nada de ella, sólo me interesaba indagar hasta encontrar la clave de su motivación, la cruda verdad, por más que doliera. Ya nada podría ser tan horrible. Me dediqué meticulosamente a llevarlo a un estado tal que ya no pudiera fingir nada. Mi objetivo era desilucionarme tanto tanto de él como fuese posible, cosa que una vez estando lejos de él, no pudiese encontrar ni una sola excusa a ninguna de las posibles preguntas a las que mis posibles ganas de perdonarlo/disculparlo me podrían enfrentar, las inevitables trampas de la distancia en la idealización/justificación de lo injustificable/imperdonable.

Pero nada de lo que escuchaba que dijese relación con sus sentimientos hacia mí, tenía validez para mí. Ya no le creía, nada de nada.

Según él, todo comenzó como un juego, el cual había tenido un giro inesperado desde que yo llegué a Atlanta, y empezamos a pasar tiempo real juntos, a convivir compartiendo los pequeños detalles cotidianos, las pequeñas tonteras, mis manías, mis mañas, mis costumbres, mis detalles, mis torpezas. Lo que él describía como "mi pasión por la vida".
Que aún en ese mismo instante, en que yo me estaba convertida en un monstruito, eso hacía que yo le gustase aún más...

No comments.

Por momentos parecía que sostenía un monólogo consigo mismo, tan abstraído e inmerso en su angustia estaba. Estaba muy confundido en su angustia de verse invalidado, de darse cuenta que se me había caído del pedestal.
Por que ahí era donde él estaba para mí. Yo estaba fascinada por él, como hechizada. Y de súbito desperté, de la forma más atroz y violenta.
Y ahora yo me regocijaba perversamente en su angustia. Sí, esa fue la verdad. Así me comporté yo.
Tiempo después entendí que fue la única manera que encontré de aliviar mi terrible dolor interno de esos momentos, su sufrimiento actuaba como calmante para el mío.
No pude cambiar el pasaje antes del Año Nuevo. Pasé un Año Nuevo surrealista.
Luego de esos nebulosos y trágicos días, ambos nos encontrábamos moralmente extenuados. Y algo dentro de mí pidió un break. El cristal ya se había roto, ya nada podría cambiar ese hecho, pero un recodo de mi mente clamaba por un poco de sanidad mental y finalmente la malignidad de esa herida dejó de morder por un rato, como que una sensación de anestesia general, de irrealidad, me invadió.
OK, celebremos, para eso tenemos una buena botella de champagne. Cocíname algo rico y quedémosnos a quí esta noche, le propuse.
Una tregua.

Y un abrazo de "feliz año nuevo".
Día siguiente, caminata por un Parque. Necesitaba aire.
Luego una película, "Something gotta give" - alguien tiene que ceder -, esa genial película de Jack Nicholson y la Diane Keaton... ni que hubiese sabido de qué se trataba...

El dos de enero de 2004 tomé el avión sin beso de despedida, sin mirar atrás. En el trayecto al aeropuerto, más lágrimas. De él, no mías.
A modo de despedida, en lugar de un beso, unas palabras mías...

"Si alguna vez te transformas en el hombre para mí, en el hombre que yo necesito que seas, ya sabes donde encontrarme".

Claro que antes le había pedido que por ningún motivo me escribiera ni me llamara nunca más. Y había mandado al carajo mi promesa de pasear a su madre por Chile en un mes más - ella pasaría por acá de viaje -.

Llegué devuelta a Chile antes de la fecha anunciada, de incógnito. No avisé a mi familia. Una amiga que sabía de la tragedia fue a recoger los despojos míos que bajaron de ese avión. Lloré un día entero. 24 horas.

El resto del 2004 fue consagrado completamente a mí. Me volqué hacia mi interior, buscando paz y respuestas.
Los encontré iniciando el proceso de perdonar. Fue todo menos fácil.
Le escribí en febrero, luego de revelar las fotos - me demoré un mes - de todos los viajes que hicimos.
Mirando esas fotos, tuve que aceptar lo que me había esforzado tanto por negar: en alguna parte, alguna vez, en algún gesto, puede haber habido, de alguna forma, algo, de él hacia mí, que no hubiese sido falso. Ese pensamiento se trasformó en un salvavidas para mí. Me empecé a recuperar.
Me enfrenté a ciertos hechos, ciertas evidencias, que hablaban de algo más allá de su propio egoísmo... alguna evidencia de que quiso hacerme feliz, a su modo, porque eso también le causaba felicidad gratuita, genuina.
Ahí empecé a remontar.
Fue un mail simple, donde le decía de este hallazgo, y le daba gracias por los buenos momentos.

De ahí siguieron los mails que aparecen aquí, matizados con llamadas, envíos de sobres y otros.

Finalmente, vino a Chile a verme en febrero. Sí, tuvo los cojones para venir, algo de lo que nunca lo creí capaz después de esos días de terror en Atlanta, luego que descubrí su engaño y lo traté de una forma que jamás creí posible que yo pudiese actuar con alguien.
Vino a decirme que, luego - o a pesar - de todo lo que hemos pasado, cree que nos pertenecemos, y a averiguar si era posible, de alguna manera, en alguna parte, que nosotros estuviéramos juntos otra vez. Para siempre. Yo le dije que no sabía.

Aún no lo se.

En ese momento no confiaba en él; mis sentimientos fueron muy ambivalentes. Me di cuenta que aún tenía guardada mucha rabia hacia él.
Pero también me di cuenta que algo quedaba aún. Algo no pequeño.

Aún no confío totalmente en él.

Ha sido un largo camino, a lo largo del cual he estado a punto, varias veces, de mandar todo a la cresta. Me ha costado mucho aceptar este sentimiento, la importancia de él en mi vida, su presencia en ella por muy lejos que se encuentre. He dudado, he renegado, he rabiado, he peleado este sentimiento... he dudado de su veracidad, he llegado a creer que es todo producto de mi imaginación y de una voluntad invisible que me empuja a creer en algo basado en tan poca evidencia...

Pero es real. Tan real que ahora me tiene aterrada.
Qué va a pasar con ésto?
Conmigo?
Con nosotros?
Qué preguntas se estará haciendo él con respecto a ésto?

Siento que me están fallando las fuerzas casi al final del camino.
No quiero perder otra vez.
Siento que lo único que está en mi poder es rechazarlo, cerrar la puerta. Excluyendo esta posibilidad, estoy completamente en manos del azar otra vez. Y temo que me vaya mal, tan mal, que ahora sí que no me pueda recuperar. Me falta valor, me he vuelto cobarde. Y justo ahora.
Hoy, ahora, no quiero verlo.
No quiero.
No quiero nada.
Quiero que desaparezca.
Qué se vaya todo a la mierda.

Ya no más.
No puedo.

Sunday, August 28, 2005

Perfect Storm

Guau, muchas cosas que decir con respecto a nuestra junta blogger. Tantas, que mi limitada capacidad relatora jamás podría dar justa cuenta del magno evento.
Distemper, Selene, Pérez, Policarpia, Willie, Introspectiva. Y yop. Y la lluvia que casi hecha abajo el techo del Bar sin Nombre en la ilustre comuna de Ñuñoa.
Sí se que nos reímos demasiado, y eso siempre es bueno y se agradece. No soy capaz de recordar la cantidad de tonteras que debo haber transmitido aquella noche - bueno, quizá un par de ellas -, pero cualquier extralimitación en la que pueda haber incurrido, queridos asistentes, uds. ya saben quién fue el culpable. Moraleja, de hoy en adelante me aferraré a mi incomparable-irremplazable botella de vino y nunca más la transaré por nada. Ni siquiera por un tentador nombre de trago en la lista de algún pub, por más kahlua y vodka que prometa. Así de fiel.

Salió una idea MUY WENA. Espero que se concrete. Pérez, abóquese.

Next day, shopping. What a pain. Lo digo en serio. Odio salir de compras. Cuando lo hago, es casi forzada, yo voy a lo que voy. Pero este inminente viaje requiere de algunos preparativos, así es que luego de amanecer a las 11:30 am - qué espanto, mi cuerpo me grita claramente que ya no tiene veintitantos!!! -, y de saborear un delicioso american breakfast preparado por Jess y Andy - panqueques+mermelada+miel+matequilla+Earl Grey Tea+jugo naranja -, partí rauda y veloz a sacarme el cachito de las compras. Lluvia a raudales. Ingreso al establecimiento destinado a agarrarme de mis patitas y sacudirme en posición vertical invertida hasta las últimas chauchitas de mis apretados bolsillos. Pero bue. El catastro de los daños es el siguiente:
- Bolso de mano, zapatillas, lentes.
- Este ítem lo censuro porque me da latita.
- Pijama (sí, de algodón, aún no me creo sexy-vamp, aunque igual tiene su toque)

Y ya. Cualquier otro impulso consumista - sí, soy de carne y hueso - lo reprimí rápidamente pensando que en los Outlets de Napa obtendría lo mismo y mejor por 1/4 del precio de acá, considerando además la baja del dólar...

Y aquí voy con otro comentario frívolo... la moda esta primavera-verano viene preciosa!!! justo mi estilo... de hecho ya tengo varias pilchas de otros años que pegan perfecto.

Qué post más light, pero uno es lo que es, y mi lado frívolo es bastante fuerte. Y qué tiene de malo? como diría Walt,

it's women's prerogative!!!

Parece que va a seguir lloviendo. Y esta semana que me espera promete ser especialmente wild. Pero eso es lo bueno, con tanta cosa que hacer me libraré un poco de la ansiedad de la cuenta regresiva... sólo 10 días más.

Ya tengo en mi mano mi boleto Santiago - Miami - San Francisco - Miami- Santiago, y mi pasaporte con el famoso autoadhesivo que me llevó por las calles de la turtura por tanto rato...

Hoy empiezo a hacer la maleta.

Wednesday, August 24, 2005

Felizmente cansada

Día Loco. Semana loca. Mente a mil.
Están bien movidos los días de esta semana. Me ha tocado manejar una cantidad de kms que ya estoy casi en coma. Me carga conducir. Hoy tuve que ir a esa ciudad que ODIO: Talca.
Odio manejar en Talca, mala señalización, ciclistas pésimo de despistados, peligro inminente por todas partes. No en vano en esta ciudad protagonicé el choque más escalofriante de mi existencia, heridos, pacos, alcoholemia y todo el show. Aclaro que era de día, andaba completamente sobria, y en deberes de la pega. Pero iba hablando por celular. Sip, lo reconozco. Mea Culpa.
Pero bue.
Por la tarde, rauda y veloz a la office, chequear e-mails y otras cosillas y partir otra vez a otra actividad. Con chica Fa. Más kms, más cansancio. Pero la Fa está top en su pega, la felicitaron y esta cuasi armando sindicato. Me siento orgullosa de mi amiga, aunque yo siempre se lo he dicho, pero me cuesta convencerla que se crea el cuento. Pero de a poquito va logrando más confianza y alegría en su día a día.

VIVA MI AMIGA FAAAAAAAA

Y el tiempo sigue volando.
Mañana, viaje largo otra vez, dos reuniones. Viernes, REUNIÓN IMPORTANTE de pega y luego...

SUPER JUNTA BLOGGER ZONA CENTRO-CENTRO

Qué buena onda, como diría Joe (Vasconcelos)
Estoy cansada. Qué rico, significa que ha sido una buena semana. Sigo productiva. Y contenta. Y me dejo llevar.
Y me gustaron tus palabras, Oscar.
Creo que te haré caso.

Tuesday, August 23, 2005

Cebolla

Ando ridículamente cebollera y sonrisal. Aunque igual medio urgidilla, pero bien.
A veces converso y escucho muchas cosas de vuelta, algunas me parecen y otras no. Algunas me afectan y otras me dan lo mismo.
Estoy un poco dividida en cuanto a la actitud que debo asumir frente a mi próximo encuentro.

Y qué pasaría si sólo me dejara ser, sin tanto pensar, ni rollo, ni discurso?

El encuentro anterior estuvo tan planeado, contenido, temido...
Me apegué al guión que elaboré, aunque no creo que haya estado mal. Se cumplió el objetivo. Pero es que en ese momento mi objetivo estaba claro.
Ahora, no se... puede ser.

Ahora, estoy casi cien por ciento segura que quiero verlo... el resto del % se debe a la incertidumbre, al miedo, que me harían preferir no pasar por ésto.

Necesito un abrazo. Su abrazo. Necesito escuchar muchas cosas. Necesito decirle otras pocas. Esta vez quisiera yo hablar menos, quisiera que él hablara más.
Esta vez no quiero el peso de un guión elaborado por mí.

Quiero mirar, observar, sentir, y que todo eso me de la respuesta a mis preguntas. No las palabras.

Quiero muchas cosas. Y también quiero el valor, la claridad y la inteligencia para obtenerlas.
Casi nada.

Monday, August 22, 2005

Y esto otro

ENTONCES, UN ERMITAÑO que visitaba la ciudad
una vez por año, acercóse y dijo: Háblanos
del Placer.
Y él respondió, diciendo:
El placer es una canción de libertad,
mas no es la libertad.
Es el florecer de vuestros deseos,
mas no es su fruto.
Es un abismo que clama a una cumbre,
mas no es ni el abismo ni la cumbre.
Es el enjaulado que gana el espacio,
mas no es el espacio lo que le envuelve.
Sí, en verdad, el placer es una canción de libertad. Y
de buena gana os la oiría cantar con todo el corazón;
sin embargo, no me gustaría que perdieseis vuestro
corazón al cantarla.

Algunos de vuestros jóvenes buscan el placer como
si lo fuera todo en la vida, y son condenados y castigados.
Yo preferiría no condenarlos ni castigarlos, sino
dejarlos que busquen.
Pues encontrarán el placer, pero no solo.
Siete son sus hermanas, y la última entre ellas es
más bella que el placer.
¿No oísteis hablar del hombre que cavaba la tierra
en busca de raíces y descubrió un tesoro?
Y algunos de vuestros ancianos recuerdan sus placeres
con remordimiento, como si fuesen errores cometidos
en un estado de embriaguez.
Pero el remordimiento es la noche del alma, y no
su castigo.
Deberían, antes, recordar sus placeres con gratitud,
como recordarían una cosecha de verano.
No obstante, si hallan consuelo en el remordimiento,
dejémosles que se remuerdan.
Y hay en vosotros quienes no son jóvenes para buscar,
ni ancianos para recordar.
Y en su temor de buscar y de recordar, desprecian
todos los placeres por miedo de ahuyentar u ofender
al espíritu.
Sin embargo, en su renuncia está su placer.
Y así, ellos también descubren un tesoro mientras
cavan con manos trémulas en busca de raíces.
Mas, decidme, ¿quién es el que puede ofender al
espíritu?
¿Ofende el ruiseñor a la quietud de la noche, o la
libélula a las estrellas?
¿Y podrá vuestra llama o vuestro humo afectar al
viento?
¿Creéis que el espíritu es un pozo tranquilo que
podéis perturbar con un cayado?
Muchas veces, al negaros un placer, nada más hacéis
que reprimir vuestro deseo en los repliegues de vuestro
Yo.
¿Y quién sabe si lo que hoy parece reprimido no
aparecerá mañana?
Hasta vuestro cuerpo conoce su herencia y sus
derechos, y nada podréis hacer por eludirlos.
Y vuestro cuerpo es el arpa de vuestra alma.
Y de vosotros depende si arrancáis de él música
melodiosa o ruidos disonantes.
Y ahora os preguntáis en vuestro corazón: ¿Cómo
distinguiremos lo que es bueno en el placer de lo que
es malo?

Id, pues, a vuestros campos y a vuestros jardines y,
ahí, aprenderéis que el placer de la abeja es chupar la
miel de la flor.
Y que también es placer de la flor entregar su miel a
la abeja.
Pues, para la abeja, una flor es una fuente de vida.
Y para la flor, una abeja es una mensajera de amor.
Y para ambas, la abeja y la flor, dar y recibir placer
es una necesidad y un éxtasis.
Pueblo de Orphalese, en vuestros placeres, imitad a
las flores y a las abejas.

Esto es en lo que yo creo

Eso mismo

ENTONCES DIJO ALMITRA: Háblanos del Amor.
Y él alzó la cabeza y miró a la multitud, y un
silencio cayó sobre todos, y con fuerte voz
dijo él:
Cuando el amor os llame, seguidle,
aunque sus caminos sean agrestes y escarpados.
Y cuando sus alas os envuelvan, dejadle,
aunque la espada oculta en su plumaje pueda
heriros.
Y cuando os hable, creedle,
aunque su voz pueda desbaratar vuestros sueños
como el viento asola vuestros jardines.
Porque así como el amor os corona, así os crucifica.
Así como os agranda, también os poda.
Así como sube hasta vuestras copas y acaricia
vuestras más frágiles ramas que tiemblan al sol,
también penetrará hasta vuestras raíces y las
sacudirá de su arraigo a la tierra.

Como gavillas de trigo, os aprieta contra su corazón.
Os apalea para desnudaros.
Os trilla para liberaros de vuestra paja.
Os muele hasta dejaros blancos.
Os amasa hasta dejaros livianos;
y luego, os mete en su fuego sagrado, y os
transforma en pan místico para el banquete divino.
Todas estas cosas hará el amor por vosotros para
que podáis conocer los secretos de vuestro corazón, y
con este conocimiento os convirtáis en el pan místico
del banquete divino.

Pero si en vuestro temor sólo buscáis la paz del amor
y el placer del amor,
Entonces más vale que cubráis vuestra desnudez y
salgáis de la era del amor,
Para que entréis en el mundo carente de estaciones,
donde reiréis, pero no todas vuestras risas, y lloraréis,
pero no todas vuestras lágrimas.
El amor sólo da de sí y nada recibe sino de sí mismo.
El amor no posee, y no se deja poseer:
Porque el amor se basta a sí mismo.
Cuando améis no debéis decir “Dios está en mi
corazón”, sino “estoy en el corazón de Dios”.
Y no penséis que podréis dirigir el curso del amor,
porque el amor, si os halla dignos, dirigirá él vuestro
curso.
El amor no tiene más deseo que el de alcanzar su
plenitud.
Pero si amáis y habéis de tener deseos, que sean
así:
De diluiros en el amor y ser como un arroyo que
canta su melodía a la noche.
De conocer el dolor de sentir demasiada ternura.
De ser herido por la comprensión que se tiene del
amor; y de sangrar de buena gana y alegremente.
De despertarse al alba con un corazón alado y dar
gracias por otra jornada de amor;
De descansar al mediodía y meditar sobre el éxtasis
del amor;
De volver a casa al crepúsculo con gratitud,
Y luego dormirse con una plegaria en el corazón
por el bienamado, y con un canto de alabanza en los
labios.

Estas son las cosas que quiero
Estas son las cosas que temo

Tiempo

UN ASTRÓNOMO dijo: Maestro, ¿qué nos dices
del Tiempo?
Y él respondió:
Quisierais medir el tiempo, lo ilimitado y lo
inconmensurable.
Quisierais ajustar vuestro comportamiento y hasta
regir el curso de vuestras almas de acuerdo con las
horas y las estaciones.
Del tiempo quisierais hacer un río, a cuyo margen
os sentaríais a observar correr las aguas.
Sin embargo, lo que en vosotros escapa al tiempo
sabe que la vida también escapa al tiempo.
Y sabe que el hoy no es más que el recuerdo del
ayer y el mañana, el sueño de hoy.
Y aquello que canta y medita en vosotros aún mora
en aquel primer momento en que las estrellas fueron
sembradas en el espacio.
¿Quién, entre vosotros, no siente que su poder de
amar es ilimitado?
Y, sin embargo, ¿Quién no siente ese amor, aunque
ilimitado circunscrito dentro de su propio ser, y no
yendo de un pensamiento amoroso a otro, ni de un
acto de amor a otro?
¿Y no es el tiempo, exactamente como el amor,
indivisible e insondable?
Sin embargo, si en vuestros pensamientos debéis
dividir el tiempo en estaciones, que cada estación
envuelva a todas las otras estaciones.
Y que vuestro Presente abrace el pasado con nostalgia
y al futuro con ansia y cariño.

Sunday, August 21, 2005

Entremes

Y nos fuimos de carrete con Fa. Le teníamos prometida una visita a nuestra amiga Mona así es que partimos, haciendo una pequeña-gran escala en Curicó, a degustar los Chardonnay 2005. Estuvo bastante apoteósica la cosa, bastante entretenida, hartos colegas y gente con que siempre da gusto volver a encontrase. Hartas risas, harta conversa. Bien copiones ellos eso sí, grupito de jazz, tonto coctel pero bue, les debe haber corroido la envidia luego de nuestro carrete colchaguino en Peralillo City...
Los vinos, mmmmm, regulares no más. Lo siento Maule, te falta muuuuucho con los blancos.
PERO lo importante de este finde fue la amistad.
Pucha, mi amiga Fa...
Cómo le ayudo a sacarse a ese manipulador imbécil que parece un virus maldito contra el cual aún no se inventa el antídoto???
Pero ahí va mi acto de amor de amiga. Escuchar. Escuchar. Escuchar.
Y algún consejillo menor para ayudar a sobrellevar la carga. Es que la veo tan encerrada en su mundo... que se me olvida que precisamente mi labor de buena amiga debe ser sacarla de ahí para que pueda respirar un rato.
Y era en el día de su cumple Nº 37.
Hice mi mejor esfuerzo, y creo que las dos quedamos agradecidas del intento que a veces debe hacerse por superar el bajón/modorra/lata y salir a buscar un poco de vida afuera. Olvidarse de los rollos por un rato. Reencontrase con las personas que nos alegran la vida.
Y la Mona es una de esas personas. Felizmente casada, esta amiga nunca se ha olvidado de nosotras, como nosotras sí lo hemos hecho con ella, no de malas, sino por esas cosas de la vida que van alejando a las amigas solteras de las casadas: esos temas que no tenemos en común:
- Marido
- Hijos
- Suegra
- Nanas (para la propia casa)
- Presupuesto para ítemes domésticos

La Mona. Gran personaje. Una de las personas más auténticas que he conocido. Ella no cambia, cada vez que nos encontramos es como si hubiésemos dejado de vernos el día anterior... calidez a mil, anfitriona de lujo, cositas ricas para picotear, conversa de la wena para no perder el hilo de nuestras vidas.

Sábado, más vino en Sta. Cruz. Estuvo entrete, pero la verdad es que ya el trasnoche me estaba pasando la cuenta. Como bien señaló mi amigo Distemper, nosotros los de entonces, ya no somos los mismo, en cuanto a carretear se refiere. Los huesitos van pasando la cuenta. Además, trasnochar es malo para el cutis, salen más arrugas...

El tiempo pasa rápido. Vuela.
Se supone que para el que espera - que es mi caso - debería pasar más lento...
Pero no, no es mi caso.

Thursday, August 18, 2005

Sicología Vegetal

Nice.
Hoy fue un buen día. Las cosas están cambiando de perspectiva, o mejor dicho yo estoy empezando a regular el foco, a aproximarme en buena forma a la realidad nuevamente. Mis temores están tomando contornos más reales, y mi ánimo va en alza.
Me doy cuenta de ello porque el mejor barómetro de mi ánimo es mi productividad en la pega. Y hoy fui extraordinariamente productiva. Y con entusiasmo. Eso me gusta... me encanta cuando me concentro y todo fluye!
Ayer fue psico-day. Dadas las sesiones perdidas, me vi obligada a resumir. Concentrar. Sintetizar. Extraer lo importante. Aparecieron algunos temores y como siempre fueron racionalizados, contextualizados y dimensionados. Encontré perspectivas, objetividad.
Observé un largo camino recorrido, sus altos y sus bajos, sus recovecos, las detenciones y las curvas tomadas. Los imprevistos, las sorpresas. La paciencia. El tiempo. La madurez de los procesos. Vi consecuencias lógicas de actitudes inconsistentes y ambiguas. Uno siembra lo que cosecha. Vi constancia, paciencia, reflexión, duda, certeza, empeño, resolución. Descubrimientos.

Observe la vida y la muerte de una flor
Fijé el punto exacto de la brotación de una nueva yema. Luego, vi la apertura del capullo y el proceso de floración. Vi la plenitud de esa flor y vi su decadencia, su marchitez, su destrucción. Destrucción precedida por el momento de la fecundación, de la polinización. Esa misma que causó la senescencia de la flor para dar paso a la formación de una nueva estructura fisiológica.
Vi el inicio de un fruto.
Pequeño al principio, crece hasta adquirir sus formas primarias. Luego, cesa de crecer y sus estructuras empiezan a madurar, proceso que termina cuando se alcanza el punto óptimo.
Entonces es tiempo de cosecha.

Me encanta la naturaleza y sus ejemplos de vida. Me encanta darme cuenta y convencerme cada vez más que nosotros somos parte de ella, que todos los seres compartimos los mismos procesos, ya sea real o metafóricamente.

Hoy fue un buen día. Hice cosas. Feliz y contenta.
Step by step. Día a día.
La vida es sólo eso. Momentos. Hoy y ahora.
Qué rico preocuparme un poco menos, gozar genuinamente de uno mismo un poco más, que se aligere el corazón.

Y saber que es muy probable que hayan cosas buenas por venir. Siempre.

Tuesday, August 16, 2005

Formateo

Y seguimos con más "borrón y cuenta nueva".
Hoy me llama mi hermana para decirme que entró un super-ultra-virus de requeteúltima generación que acabó con nuestro disco duro en casa... lo que significa que perdí muuuuuchas cosas: fotos, mails, conversaciones en msn, mis imágenes favoritas del webshot (acumuladas en meses de descarga máxima de 5 fotos al día), y algunos archivos generados en mis mejores momentos de inspiración para algunos proyectos personales, además de muchas horas de información recolectada... en fin, me habría dolido más si hubiese sido la primera vez que me pasa, pero no, es la segunda. Sólo que ahora no respaldaba hacía meses... nada qué hacer.
Volvió a llover con furia, volvió a soplar ese viento huracanado anoche, y esta noche volverá el frío peor que nunca, ya que el cielo se encuentra terriblemente despejado.
Y yo me siento como en pausa, o como stand by, mejor dicho.
Han pasado tantas cosas en tan corto tiempo... que me siento un poco perdida.
El tiempo está pasando con una velocidad vertiginosa, y me arrastra con él.
Pero no quiero sólo dejarme llevar, no es mi estilo... necesito pensar, digerir, procesar.
De pronto, me he llenado de incertidumbres. Quisiera poner una imagen e inspirarme, hablar de otra cosa, pero ni siquiera eso tengo en este pc recién reseteado.
Se han borrado mis imágenes, mi pasado, mis puntos de referencia. Primero me cambian de oficina, me quitan mi partner, me dejan sin calefacción/aire acondicionado, luego tengo que cambiar el número del celular, ahora me quedo sin mis Gigabytes virtuales - la extensión de mi persona -.
Qué más falta?
Se me ocurren más cosas que la vida podría quitarme, es cierto.
El daño podría ser aún más grande.

Es raro. me siento aislada, aunque no sola. Es sólo como si mis conexiones con el mundo externo se fueran cortando. Y me voy encerrando.
No se siente mal, en todo caso. Y el clima se alinea conmigo.
Las cosas me parecen un poco más ajenas.

Y el tiempo sigue pasando. Y ya entramos en recta derecha al fin de mes. Y en 17 días más quizá estaré camino a... Y quizá en 22 días más estaré viendo a...
Pero no estoy emocionada, ni ansiosa, ni expectante. Lo siento todo irreal. Como que no va a pasar. Too good to be true.
Quisiera que se congelara todo por un rato. Tiempo. Pensar.

Estoy llegando a una encrucijada.
Y el tiempo, con su prisa, no me ayuda, me hace sentir acorralada. Porque hay muchas preguntas, y no tengo respuestas. No aún.
Algo me pasa. Ando un poco irritable, bastante más sensible. Deben ser las hormonas.
Y hay una pila de cosas que debo hacer y que no he hecho y que me hacen sentir mal. Tengo a varias personas botadas, pero no me siento con ánimo de visitarlas. No tengo nada que decirles. No quiero hablar con nadie.

Mi padre. Es horroroso, pero me irrita terriblemente. El también anda irritable, preocupado. Pero eso sólo agrava las cosas, ya no nos tenemos paciencia. A la menor estupidez terminamos discutiendo por cualquier imbecilidad. Mi madre, que me persigue para regalonearme, cuando estoy que no quiero que me toquen un pelo. Mi hermano, que llega a la hora del pepino y me irrita con sus películas a full volumen y su maldita palm eternamente piteando low battery por las noches. Ah, y rayando con su nueva polola - creo que el tema pudiera incluso ser que me moleste su exceso de felicidad-. Qué patética que ando. Y mi hermana. Ella no me había irritado tanto hasta que hoy me dio el feliz anuncio del reseteo de nuestro disco duro.
Sí, ya se, físicamente tampoco me siento bien.
Pero eso es otra historia, una que ya censuré.
Otro día.

Saturday, August 13, 2005

Tiempo de crecer

Esta semana estuvo wild.
La verdad es que había escrito otro post, pero luego me arrepentí y lo saqué. Era sobre algo que me preocupaba, pero ahora hay otra preocupación mayor.
A mi viejo le salieron mal unos exámenos y tendrá que operarse, de aquí a un mes. Es un quiste maligno. Podría llegar a ser algo más serio.
Algo como cáncer.

Esta semana había estado tan ida, tan sumergida en mis tonteras, que hace rato que no le daba su medio minuto a mis padres. Hasta que mi madre me persiguió anoche hasta el pc y yo, con mi mal disimulada cara de lata me apresté a escucharla ejecutivamente... y me cuenta lo del examen de mi viejo... se le llenaron los ojos de lágrimas y yo, como siempre, traté de minimizar el hecho y restarle dramatismo, cuando la verdad era que aún no alcanzo a pasar el shock de la noticia.
En mi mente, yo ya me había puesto en este escenario - enfermedad grave de uno de mis viejos - varias veces. Pero no estoy ni remotamente preparada para ello.
En términos generales, yo siempre he sido fuerte, conservo la calma ante las crisis, sirvo de apoyo a otros cuando así lo requiere el caso, en forma rápida, oportuna y eficiente. En esos momentos críticos, una parte de mi se desconecta y quedo con piloto automático. Hago lo que tengo que hacer, sin preguntas ni demoras, y me hago cargo de la situación.

Por lo mismo, lo que está pasando me ha obligado a una reflexión profunda, a recordar ciertos compromisos adquiridos conmigo misma.

Yo he tenido total libertad para decidir sobre hitos importantes en mi vida sin presiones, con mucho apoyo de mi familia.
He trabajado, dejado pegas, pololeado, viajado, vacacionado, comprado, peleado, arreglado, soñado, etc, ec, etc a mi entera discresión.
Pero, hará un par de años, hice un trato conmigo misma.
Y el trato era que si al cabo de un tiempo razonable - creo que en mi mente fijé los 30 años - no encontraba el hombre de mi vida, no me casaba aún o no encontraba el trabajo/oficio/negocio perfecto para mí, abandonaría la búsqueda y asumiría mi responsabilidad en la empresa familiar.
Yo he eludido esta cuestión por años. Son incontables las personas que le han preguntado a mi viejo - y a mí misma - por qué yo no trabajo con él, si se supone que - por muchas razones -, yo soy la sucesora natural, la persona QUE DEBERÍA ESTAR AHÍ. Es una de las grandes trancas de mi vida. Siento que le he fallado, que no he cumplido con mi rol como parte de esta familia.
Yo he tratado de subsanar la situación en parte, pero se que no ha sido suficiente. Se que se requiere de algo más que ayudas esporádicas para cumplir. Se que se necesita de un esfuerzo más serio. Se que el tiempo pasa y mi viejo tiene más años, y la necesidad de un relevo se hace imperiosa. Es más, se exactamente lo que se necesita hacer en cuanto al tema.

Pero es que no quiero.
No me gusta.
Me amarraría.
Me complicaría.
Me absorbería.
Me tragaría.

Pero y ahora?
Qué va a pasar ahora, si mi viejo definitivamente tiene que retirarse del escenario por un rato?
Voy a dejar que el esfuerzo de toda una vida, que nos ha dado de comer, vestido, educado y mimado, se vaya al tacho de la basura sólo porque a quien, se suponía, debía hacerse cargo, le dio lata? o quería seguir persiguiendo el éter, negándose a crecer y a asumir alguna responsabilidad en su vida, por una bendita vez?

Si las cosas salen según lo planeado, yo no estaría aca cuando operen a mi viejo.

Estaría... cruzando el Golden Gate, en San Francisco...
pero... me sentiré igualmente feliz de estar allá, sabiendo que mi padre estará en la sala de operaciones, operándose de un quiste maligno, habiendo la posibilidad que se encuentren con algo aún peor? y mi mamá, asustada, sola - bueno, con mis hermanos, pero que para estos casos son un consuelo y apoyo emocional bastante escuálido -, triste, con penita?

Qué pasará con mi historia con Walter? qué le diré ahora?
El sabe lo que a mí me pasa con mi familia, con el tema de mi viejo. El sabe del compromiso que me autoimpuse, yo se lo dije claramente cuando vino a verme en febrero...

Qué ironía. Todo junto. Todo ahora.
El tiempo de soñar se acaba.
Es tiempo de madurar, cerrar etapas. Definirse, tomar decisiones.
El tiempo es finito. Nos obliga a optimizar la búsqueda de caminos.

En mi mente ya hay plazos.
Walter, tienes plazo hasta enero 2006.
Trabajo soñado, tienes plazo hasta mayo 2006.

Lo anterior, sólo si la operación de mi viejo sale bien en septiembre.
De lo contrario, se cierran ambos capítulos para siempre y manos a la obra.

It's fair enough. Mi viejo y mi familia se lo merecen.

Wednesday, August 10, 2005

I've got it

Y me dieron la Visa.
Aún no me la creo. Tenía tanto susto... durante la espera presencié cómo se la negaban a dos personas, que salían con una cara indescriptible del trámite...
Más encima me sentía mal, me hice unos exámenes en la mañana, me pincharon como tres veces, me sacaron como 4 litros de sangre, no almorcé, toy resfriada... buhhh, todo mal...
Una señora hablándome cuando yo no tenía ni una gana de hablar por los nervios, la guata apretada, mientras escuchaba a los entrevistados y entrevistadores...
Igual me da lata pasar por tanto cuento; sé que todo el mundo anda paranoico por lo del terrorismo y las bombas, pero es en estas cosas donde uno resiente los efectos reales de lo que puede causar el pánico en la gente, en los países, a todos los niveles.
Desconfianza, temor. Eres sospechoso en tanto no se demuestre lo contrario. Y si provienes de un país latino y tercermundista, peor.
Entrar a esa embajada casi provoca un ataque de claustrofobia ipso-facto; uno sabe que es quizá el edificio más blindado y sofisticado de Chile. Celulares fuera, entrar a un recinto que bien podría asemejarse a una sala de espera del Purgatorio de alguna película freak. Detras de ventanillas, funcionarios made in USA te llaman por tu nombre por altoparlante, provocando las risas de los que nos encontramos en espera, por su tan marcado acento y mala pronunciación que dificulta entender a quién están llamando. Creo, en todo caso, que son sólo risas nerviosas para descargar un poco la ansiedad y nerviosismo de todos los ahí presentes ante este inverosímil e innecesario trámite. Porque estoy convencida que ellos ya tienen tomada la decisión de antemano... es como si quisieran escudriñarte en persona para ver si su olfato detecta lo que puede haber pasado desapercibido en cualquier papeleo o trámite previo... very weird...
Es interesante notar que la mayoría de los códigos que manejamos como chilenos, afuera - o en USA al menos - no tienen mucha validez. De un plumazo, pasas a ser persona de segunda categoría, sospechosa de querer usufructuar de su cultura, comodidades, desarollo, etc.
Me confieso, yo sí quiero, so what? soy adicta a su cultura, me gusta su mentalidad winner, ellos se creen el cuento. Y creo que casi todo en la vida es una cuestión de actitud, o sea, si te la crees, puedes. Al menos con esa mentalidad, se comienza con harta más ventaja que cuando se es apocado y no se confía en las propias capacidades, y actúas en consecuencia a eso.
Se que hay gente que odia a los gringos, los entiendo e incluso a veces les encuentro la razón. Pero hay que reconocer que tienen muchas cosas power, y que la mayoría de ellos no tiene nada que ver con el estereotipo hollywoodense-imperialista tan pregonado por el cine.
Por lo que yo he visto, en su día a día el gringo medio está bastante más preocupado de su seguro médico, de las pensiones para los veteranos, de la delicuencia, de la educación y seguridad de sus hijos y de los impuestos. Hay gringos - sobre todo los estados del centro del país - que simplemente no pescan y viven casi aislados del resto del mundo en sus granjas y ciudades pequeñas.
Los estados que la llevan son las costas - West y East Coast.
La costa oeste, sin lugar a dudas, es sinónimo de California. California, para muchos, tanto en USA como en el extranjero - entre los que me incluyo -, es el sinónimo más cercano a paraíso. Clima, gente, paisajes, comida, vinos, playas, lagos, montañas, parques, deportes, la convierten en la reina indiscutida de todos aquellos que quieran disfrutar de lo bueno de la vida y están dispuestos a trabajar duro para conservar este privilegio.
La costa este es sinónimo de New York, Boston, Washington, las Carolinas. O sea, el poder político, económico e intelectual del país. La cuna del gringo duro y tradicional, y quizá también del gringo imperialista. Ah, y claro, Miami, la oveja negro dentro de este contexto.

Para mí, la palabra que mejor define gringolandia es diversidad. Lo de tolerancia, mmmmmmmm, todavía no me lo trago...

Anyway, San Francisco, estoy un poquito más cerca de tí...
Y de lo otro, parece que también.

Tuesday, August 09, 2005

Entrecopas

Falta un día. Sólo un día más y ya.
Me imagino que la espera de lo que va a suceder manana es lo que me tenía medio fuera de foco. No he sido precisamente muy agradable estos días, pero estar con Jess siempre me mejora de todos mis achaques, o de casi todos.
Ya regresó de USA, y Baby regresó caminando solito, como si la visita al país de origen de su madre le hubiese llenado del mismo valor aventurero que ella expele hasta por los poros, y está totalmente lanzado a descubrir y conquistar el mundo.
Hoy fuimos a un seminario relacionado a nuestro tema, el vino, y Jess no para de disparar ideas a quemarropa!!! Con un poco de suerte lograremos concretar al menos un par de ellas...
La verdad es que el seminario estuvo entretenidísimo, con al menos dos charlistas de lujo. Además probamos dos íconos, Terrunyo Carmenere 2001 y Casa Lapostolle 2000 que estaban realmente notables, para ser Carmenere, digo.
El Carmenere no es una cepa que me fascine, de hecho me cansa bastante luego, como todos los tintos full-body, aunque como chilena debiera ponerme la camiseta y tratar de convertirlo en nuestra flagship. Lo siento, creo que moriré presa del primer y gran amor de mi vida, o sea, el Pinot Noir. Aunque últimamente estoy sosteniendo un coqueteo que amenaza con convertirse en una relación más seria con el Syrah. Mi flechazo se produjo al probar el Syrah Single Vineyard de De Martino 2003...
Pero volviendo al Carmenere, los vinos que probamos, siendo dos de los mejores representantes que tiene Chile de esta cepa, son especialmente concentrados y densos. Un color que ya viró del violáceo a un rojo rubí - producto de la guarda - caracterizó a ambos.
Pero claramente me quedo con la creación de Ignacio Recabarren, ese artista en vinificación entretenida. Sus vinos son completamente inolvidables. Como buena chilena, solía abominar de los blancos con madera, hasta que probé su Amelia. Qué delicia. Esas notas de mantequilla y nueces, con una acidez perfectamente balanceada, que permitía apreciar un plátano con miel y un pomelo tirado a mandarina... guau, qué vinazo.
Y este Carmenere Terrunyo derrocha elegancia y un largo final de boca. Una nariz que primero se mostró dominada por el tabaco otorgado por alguna delicada pero bien definida madera francesa, mostrando al mismo tiempo un fondo de regaliz y caramelo. Quizá algunas notas licorosas a cherry, pero cómo no con estos alcoholes tan altos que los premium chilenos alcanzan demasiado frecuentemente.
Luego, el primer sorbo. Un ataque gentil, unos taninos seductores, casi imperceptibles al comienzo, pero que luego evolucionan en boca, otorgando un dejo de terciopelo que se queda por largos minutos luego de tragar. Un retrogusto intenso, perfumado, de frutas rojas frescas, una mezcla de ciruelas, mora y arándanos. Totalmente encantador. Y un aroma en constante evolución hacia notas más complejas en la copa.
Muchos elegirán ser políticamente correctos, pero como mi opinión anónima no le importa a nadie, me siento feliz de cometer el sacrilegio - para algunos -, de decir que el Clos Aplata me pareció bastante menos que el Terrunyo. Me molestó en la boca, lo encontré desequilibrado, con una acidez chillona y unos taninos muy cargantes, que persisten todo el rato sin finalmente armonizar con el resto de la estructura del vino, muy notable, por lo demás.
Pero Jess dio en clavo con el verdadero motivo de mi desagrado... es muy francés!!!!!!!!
jajajajaja, recién anoche nos estábamos riendo de ellos. Que me perdone la France pero debo decir que los franceses me caen bastante mal. He conocido y trabajado con varios de ellos, y no son precisamente nice. Son muy chauvinistas y quisquillosos, se creen que tienen el monopolio o receta de los mejores vinos, y al resto simple y llanamente nos miran en menos. Son unos mujeriegos - la mayoría - de primera línea, con pocos reparos morales; tengo la sensación que ven a las mujeres como objeto y nos creen intelectualmente inferiores. Las francesas también tienen una moral bastante flexible y son más bien frías. Pero claro, es sólo mi experiencia, puedo estar totalmente equivocada pero es lo que a mí me ha tocado percibir. Y sus vinos son igual de pretenciosos y muchos de ellos sobrevalorados hasta la exageración. Porque sí, debo decir que un gran porcentaje de los vinos franceses son MUY malos, para los estándares de buenos vinos que estamos produciendo en Chile. Pero para la mayoría, continúan constituyendo un mito. Por suerte el mercado internacional está diciendo otra cosa y los vinos del nuevo mundo tenemos bastante más que decir en este nuevo contexto.
El único que francés que he conocido y que me ha caido bien es Jean-Valerie, pero él no cuenta porque vivió parte de su infancia en Argentina y ahora vive y trabaja en NYC, viajando constantemente a Sao Paulo sólo por darse el gusto de disfrutar de esta cultura latina que tanto le gusta. Una excepción que confirma la regla.

Definitivamente el vino me inspira.

Friday, August 05, 2005

Lo que tengo

Hoy leí a Villouta. Y me encantó lo que escribió.
Yo también tengo un tema con mi viejo.
Yo adoro a mi viejo.
Cuando era más chica le tenía mucha bronca por muchos motivos. Creo que siempre he sido hipersensible y algunas actitudes suyas simplemente me dolían y me violentaban.
Él no es una persona que se caracterice por exteriorizar sus emociones. No recuerdo haberlo visto nunca llorar. Ni cuando murió su hermana. Ni cuando murió su mamá. Ni cuando murió su papá.
En mi infancia, mi padre fue el equivalente a un Dios supremo y estricto, inflexible e inalcanzable. Nada podía apartarse a la regla. Su decisión última lo definía todo.
Sólo a veces tenía unos momentos mágicos y jugaba con nosotros, nos inventaba juguetes, nos contaba chistes, hablaba de su infancia. Y reía encantadoramente.
Recuerdo muchos viajes de vuelta de casa de nuestros abuelos, todos durmiendo excepto él, porque manejaba, y yo, porque me autoasignaba la misión de conversarle y cantarle hasta el final para que no se fuera a quedar dormido.
Yo lo admiraba, pero le temía. Es una persona que se impone por presencia, ve las cosas con una claridad meridiana, y casi infaliblemente tiene siempre la razón, y trata de imponerla.
Eso era lo que defininitavamente más me cargaba. Él es desconfiado y cauteloso por naturaleza. Yo era todo lo contrario. Pero yo siempre he querido aprender por mí misma, de ahí mis grandes alegrías, algunos fracasos y unas pocas pero profundas decepciones.
Y él siempre estaba ahí, listo para decirme "te lo dije", feliz de poder demostrame lo soberbia de mi actitud y así enrostrame mis faltas. Y no ofrecía compasión si uno lo contradecía, seguía en su ley y fallaba.

Hoy, las cosas han cambiado un poco. Creo que ahora lo quiero más. Se me presenta como un ser humano, con defectos y virtudes. Está más cercano. Hablamos más - cuando los dos andamos de humor y nos sentamos con buena disposición a escucharnos.
Entonces él se abre. Y yo puedo asomarme a su mundo. Y yo me abro, y lo dejo entrar a mi mundo. Y cuando eso pasa... pasan cosas mágicas, así como lo que contaba Villouta. Entramos a un espacio de aceptación, de amor incondicional - ese que mi madre nos ha prodigado por toneladas -, de empatía, de admiración. Un espacio donde siento que él es capaz de apreciar en toda su magnitud nuestras grandes diferencias, y aún así me quiere igual. No es eso lo que percibo de él en forma habitual hacia mí.
Yo admiro a mi padre. Y cada día que llego a casa y lo encuentro sentado, leyendo el diario o viendo las noticias, se que me queda un día menos con él.
Se que el tiempo se ha tornado en una cuenta regresiva para disfrutar de mis viejos.
En ese exacto momento dejo de reclamar en mi fuero interno por lo que no tengo, y agradezco una vez más esta oportunidad que me dio la vida de poder volver a la casa paterna y reencontrame con mis viejos - y mis hermanos - ahora de adulta, un poco más en igualdad de condiciones. Agradecer el haber tenido una segunda oportunidad, para limar algunas grandes asperezas - resabios de todas esas peleas adolescentes y rebeldías por diferencia de carácteres.
El dios ahora comparte sus dominios, transa algunas veces, critica menos, trata de entender más. Y necesita ayuda muchas veces.
A veces me pregunto si él en realidad sabe quién es la persona que duerme en su casa a tres puertas de distancia.
Una vez le enrostré que no conocía a sus hijos. Teníamos peleas fuertes. Yo siempre fui muy crítica de ellos, de la educación que recibí. Pero un amigo me hizo ver un día que hasta cuándo renegaba de lo que era, que por qué no aceptaba el hecho que una parte de mí proviene de ellos, por más que yo trate de remozar y disfrazar algunas facetas de mi persona.
Creo que hoy estoy mucho más reconciliada conmigo misma. Integré lo que mis padres me legaron, con lo que yo decidí tomar de lo que he visto en la vida y que me ha gustado, con lo que me dictan mis impulsos naturales, con los afectos a los que mi corazón me ha guiado, con lo que otra gente valiosa me ha enseñado.
Pero gran parte de mí proviene de ellos. Y estoy orgullosa por eso.
Yo también tengo suerte, Villouta.
Gracias por recordármelo.

Wednesday, August 03, 2005

Terminado con una vuelta por la bahía


y una chelita bien helada, echadita en una silla de la cubierta... Posted by Picasa

Y marearse un poquito


bajando la Lombard Streeet... Posted by Picasa

Para estirar las patitas


Y a dar un vueltecita por el downtown.. Posted by Picasa

Chinatown


Pero antes, me voy de shopping... Posted by Picasa

Primero al cable car...


Si me atropella, muero feliz!!! Posted by Picasa

Quiero volveeeer


San Francisco...
Quiero volveeeeeeeeer
Quiero volver a cruzarte, Golden Gate
Quiero caminar por esas calles
que suben y bajan
caminar, caminar
con una mano en el bolsillo
y la otra balanceándose en sintonía
ojalá colgada de un guía al lado,
que me permita mirar esos edificios blancos y el cielo
sin correr mi más permanente riesgo de morir atropellada
por un cable car

Un día de sol
o un día nublado, allá nunca sentí frío
viendo mar por todas partes
gente alegre, despreocupada, que sólo vive
y deja vivir
mexicanos, chinos, hindúes
gente de color, europeos, latinos
gays, lesbianas, punks, raperos
doctores, bailarines, abogados
pintores, chefs, publicistas
periodistas, fotógrafos, músicos,
economistas, escritores, winemakers
museos, restaurants, pubs
tiendas de antiguedades, teatros, jardines
parques, embarcaderos, universidades
Chinatown, Alcatraz, SFMOMA
Lombard Street, Betelnut, Fresco
The Majestic

Puchas, cómo quiero volver a ver esa ciudad...
Hoy me recordaron que mi sueño se decide en 7 días más
Y que hay muchos serruchos afilados haciendo su mejor performance
Esperando que gringolandia no me deje entrar

Ya no me atrevo a desear nada...
siempre es tan difícil todo lo que yo quiero.

Tuesday, August 02, 2005

2° buena idea

Como el ánimo anda crítico, de alguna parte me están soplando ideas geniales, justo un segundo antes que me den ganas de bajar cortinas.
Hoy fui a una librería a preguntar por unas leseras que necesito para mi lesera de pega, cuando mis ojos reparan en...

Témperas, acuarelas, oleos...
mmmmmmmmmmmmm
veo pinceles, aguas ras, aceites de linaza...
ehhhhhhhhhhh
combinadores, telas, block de dibujo....
ohhhhhhhh
me empezaron a picar las manitos
Y casi me olvido por completo de lo que ando buscando, ya no escucho

Yo quiero pintar otra vez!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Sí, que buena ideaaaaaaaaaaaaaaaaa

Y aquí estoy, con audífonos, música ad-hoc
y una mariposa transparente en frente mío
y los lápices de acuarela
y un pincel
y yo

Y mucha soledad

Ya no puedo pensar en lo que me achacaba hace un rato
toy demasiado concentrada pintando, escuchando

Monday, August 01, 2005

Limpieza

Hoy, hablando con mi hermano, él me sugirió algo radical. Este niñito es de temer en sus opiniones y en sus soluciones. Pero, luego de darle una vuelta, la verdad es que me dio una

GRAN IDEA!!!!!!!!!

Cambiar mi número de celular.
La verdad, en un principio lo rechacé de plano. Me estoy dando cuenta que le tengo animadversión al cambio. Esgrimí un montón de razones, menos la más importante: eliminaría de plano la posibilidad de que personas que fueron importantes en el pasado me pudieran ubicar otra vez. Porque claro, sólo tendrán mi nuevo número las personas que YO quiera.
Y quienes son esas personas?
Empecé a echar una mirada en mi directorio telefónico. La verdad, necesita urgente una

LIMPIEZA

Por qué los cambios los vivo como una gran pérdida irreparable que sólo me hace pensar en lo que estoy perdiendo y no en lo que puedo ganar?
Actitud de desesperanza, desconfianza en lo bueno por venir.

Y qué más da?
El domingo me enojé con alguien que, en su momento, fue la persona casi más importante de mi vida. En buen chileno, me cabrié, me colmó la medida, pero ahora sí que de verdad. La verdad es que varias veces antes esta personita me había causado la misma frustración, desagrado, molestia. Pero ahora, extrañamente, sentí que NUNCA ME ENTENDIÓ, y que yo pasé mucho rato anclada en esa incomprensión por sentimientos fuertes que me amarraban, pero que YA NO EXISTEN. Consecuentemente, vino la pregunta: y para qué mierda lo sigo teniendo presente? Ese razonamiento es el mismo de mi hermano. Exacto. Y ahora ví la luz.

Aprender a soltar y a dejar ir. Y a echar también a los que no se den por aludidos.
Que se vaya. Ya no lo necesito. Seré más con esta carga menos. Chao.
Y lo borré de MSN.

Y ahora voy a cambiar mi número. Un pequeño gesto de poder, para variar un poquito por estos días.
Qué entretenido... hacer una limpieza, sacar lo que estorba. Sacar de mi teléfono, pero también de mi cabeza. Esa es la parte más pesada.
Pero me entretiene el desafío.
No se por qué no me lo había planteado más seriamente antes.
Empezar por cosas pequeñas, pero útiles.

Me duele la cabeza. I need a break.




PPH
PPH