Puchas, me duraron poco el par de ojitos...
Recuento de los daños:
- Salimos 1,5 meses (todo noviembre y mitad de diciembre)
- 3 salidas a bailar
- 1 tomada de helado
- 2 cumpleaños
- 1 velada con su hermano y polola
- 1 ida a casa de amiga mía
- 2 veladas en lugar apropiado, buena conversa y buen vino
- un cuento escrito de mí para él (a petición suya)
- una cuasi ida al cine (el cadáver de la novia)
- 2 siestas nocturnas
- 1 confesión mía de algo importante
- 1 descarga de casi todo el disco duro de cosas importantes de su vida
- regaloneos varios
Aunque todavía no cacho bien lo que (le) pasó, creo que todo se funó el finde que fui al bowling con mis hermanos y amigos varios, y por culpa de la no señal del lugar, no caché que me llamó toda la tarde para ir al cine, como habíamos quedado (yo estaba dispuesta a inmolarme ante King Kong, la última película que yo habría elegido).
O tal vez fue el hecho de haberse enterado de la existencia de Walter por terceros (mala suerte), habiéndole dicho que la última vez que pololeé fue hace dos años. Técnicamente, no mentí. Lo de este año no calificaba como pololeo formal, en mi opinión. Igual, parece que no le pareció, parece que la cagué con eso.
O tal vez pensó que era falta de interés de mi parte. Es que es tan arrogante que casi nunca lo llamaba, esperaba a que lo hiciera él. Es que sus ojos son tan intensos que no podía mirarlo de frente muchas veces. Es que es tan directo, y a veces decía cosas que me llegaban tanto, que me cortaba de raíz, y no sabía qué decir. El chico ERA intenso.
O puede haber sido algún conflicto de intereses dado que estamos más o menos involucrados en negocios similares, con muchas suspicacias entre nosotros y nuestros conocidos. Resumiendo, puede haber creído razonablemente que lo estaba utilizando. Eso JAMÁS.
Igual, nunca lo sabré porque el niñito, entre otras características no muy deseables, es TREMENDAMENTE orgulloso. También es:
LO MALO:
- Muy vanidoso
- Un poco arrogante (de entrada, después se le pasa un poco)
- Galán ahuasado
- Un poco autorreferente
- Un poco burlón, censurador
- Tenemos sentido del humor diferentes
- Todo lo anterior resulta en que yo no puedo ser yo con él, no me relajo, no me abro (pensé que se me iba a pasar, pero no, me intimida)
- Se cree Luck Skywalker (quiere salvar a su padre Darth Vader, cuento aparte)
LO BUENO:
- Inteligente
- Culto
- Emprendedor
- Conversa interesante
- Compartimos el rubro
- Le encanta el dancing
- Buen hijo, nieto, hermano y amigo
- Buen observador, tiene sensibilidad (aunque no le aflora a la primera)
- Atractivo
La verdad, soy re mala con esto de la balanza; no se el peso específico de cada una de las cosas que enumeré. Y aunque lo supiera calcular, no se si me ceñiría al resultado de la evaluación. El caso es que me gustaba (aunque, objetivamente, no tengo claro el por qué). Y tenía ganas de seguir averiguando más. Me provocaba una tremenda curiosidad. Pero tal vez no valía la pena. Tal vez él fue más inteligente, vio algo antes que yo y cortó por lo sano, como suelen hacer muchos hombres. Prácticos.
Tal vez fue mejor.
El caso es que, sea por el motivo que sea, el niño se enojó/taimó/desinfló, y no llamó más. Así no más fue. Y yo me quedé con sus regalos de navidad comprados. Me sentí rara.
Luego de pensarlo un poco, me quedé con el DVD de U2.
Pero le madé por Chilexpress el libro.
Es que lo había comprado para él, intuyendo que le serviría.
Yo quería que lo tuviera. Quiero que lo tenga. Que lo lea.
Aún quiero que entienda. Aunque ello no tenga ningún beneficio directo para mí (creo que eso fue efecto del espíritu navideño???)
Por lo que me pude dar cuenta, nunca se ha enamorado. Lo deduje por la forma cómo hablaba de ciertas situaciones al respecto.
Por su falta de humildad hacia el amor.
Hubiera querido contarle/enseñarle algo que he aprendido, amando...
Cuando alguien realmente ama y es amado
la humildad nace de la gratitud por la tremenda suerte de ser depositario de tamaña felicidad. El amor nos hace generosos, y nos hace amar a todo el resto de la humanidad por extensión. Es más fácil ser bueno cuando se tiene la felicidad de amar y ser amado.
Por eso me gustaba estar enamorada.
Y que uno sabe que ama a alguien
cuando ninguna desgracia de este mundo podría causar una pena y daño más grande que perder, o no tener más, a la persona amada. Cualquier cosa mala que venga, no importa, si tengo a esa persona a mi lado, no es tan terrible...
El otro día hablaba con una colega, y ella dio en el clavo.
Es mamá soltera. No está ni ahí con el padre de su hija, o con que él no esté presente.
Me dijo que su hija había llenado su vida, literalmente. Dijo que toda su vida había buscado, sin encontrar, a alguien en donde pudiera volcar toda su capacidad de amar. Y finalmente podía hacerlo ahora con su hija. Ella sabía, presentía, todo el amor que era capaz de entregar, pero que nunca había encontrado su objeto de ser.
Yo creo que por ahí va la cosa. Ejercitar el corazón, la capacidad de amar.
Yo creí que podría aceptar este desafío.
Creí que estaba lista.
Diré más, creo que tenía muchas ganas
de quererlo
Tenía tantas cosas que decirle
Quería ir con él a esos matrimonios de sus amigos
Quería ayudarlo con sus cosas
Regalonearlo
Quizá, incluso, cocinarle algo
Yo quería
que me abrazara
tan fuerte
que se me olvidara Walter
para siempre
Creo, no se por qué, contra toda evidencia, que con él habría podido.
Tuve pena. Como tres días malos-malos.
Un mail suyo aminoró la pena.
Aunque sonó como a nada.
No importa. Educación al menos, un poco de consideración siempre es bienvenida.
Me alejo. Adquiero perspectiva. Ensayo una sonrisa.
Y no se por qué, contra toda esperanza, me siento mejor.
Miro alrededor. Hay tragedias reales. Hay cosas peores.
Pero es una lata que la desgracia ajena sea tu consuelo.
No es justo.
La vida, mi vida, mis circunstancias, tiene valor per se.
Eso me debería bastar.
Ni siquiera era tan bueno esto de "nosotros".
Pero sí, tenía su gracia.
Y ahora, qué?
