Des-sintonía

Todo me ha salido al revés.
Creo que hoy bien podría catalogarse como uno de los días más pencas de este año, hasta el momento.
3 horas esperando en el Juzgado de Policía para que me suspendieran 5 días y me multaran con 1.3 UTM. Sí, ya se que podría haber sido peor, pero la larga espera, el tiempo perdido, cagada de frío, como 1 hora aguantándome para ir al baño, no se lo doy a nadie. Más encima, obvio, manejando sin licencia de vuelta a casa, sin encontrar ni un puto lugar donde comprar cigarros, a 80km/hora, con el estanque casi vacío y el temor a que me fueran a parar los pacos.
Más encima, se me pinchó todo el panorama del finde. Sin mencionar que estoy sin licencia, nadie me había avisado que mi vieja estaba en cama casi muriéndose de la faringitis y que - MÁS ENCIMA- hay evento familiar con los futuros suegros de mi hermano. Y yo, que tenía todo armado con mis amiguis del sure para un relajado panorama, tuve que llamarlos para posponerlo y viajar a hacerme cargo de la producción.
Ah, y por si fuera poco, cero manejo emocional con F.
Finalmente compartimos salomónicamente el finde, él almorzando el sábado con sus amigos y cenando en la noche con los míos, y el domingo yendo juntos a una presentación de danza celta. Terminamos cenando en su casa, cerrando un fin de semana realmente lindo.
El lunes a última hora supimos que nos encontraríamos en un evento por nuestras pegas. Yo llegué super atrasada, y la verdad es que estaba medio nerviosa-complicada. No sabía bien como actuar en ese otro plano - profesional -, qué esperar. El caso es que parece que se me pasó la mano con lo disimulada y acabé saludándolo rápidamente de entradita y no pescándolo todo el resto de la noche. Es cierto, él tampoco se me acercó sino que hasta el final.
Lo peor de todo no fue eso, sino que al final yo estaba conversando con un amigo en común de los dos y le pregunté en qué andaba para ver si me podía tirar al dpto. El me dijo que también andaba a pata pero que contábamos con un caballero para que nos llevara a los dos... F.
O sea, este amigo acabó pidiéndole a F que nos llevara a los dos. Suuuuuuuper incómodo. En el camino, yo hablaba y hablaba con este amigo - sentada al lado de F en el lugar que había ocupado los últimos tres días -, y sentía su mirada perpleja sobre mí, mientras yo le decía que me dejara en la dirección que ya se sabe de memoria, y él preguntándome con tono indefinible al detenerse si ese era el edificio.

Ahí caché que ambos habíamos sobrepasado el límite de la actuación.

No hemos hablado desde entonces.