Thursday, June 30, 2005

El hombre de las mareas

Finalmente me atreví a preguntar. Era una pregunta que quedó suspendida en el tiempo, y que luego de cuatro años, recién encontré el valor de enunciar.

- Por qué no llegaste esa noche?
- Porque estaba totalmente ebrio, estaba mal.

No es que no lo hubiera presentido, sabía que la respuesta era fuerte, demasiado para enfrentarla en aquel momento post-UTI de mi ser.
No quise preguntar porque no quería saber. Fue instinto de supervivencia, no es que él no me importara. Me importaba demasiado, ese era el problema, y yo no estaba en condiciones de auxiliarlo. Y me sentía miserable por no poder dar algo que no tenía.
Decidí huir, correr tan lejos como pudiera, y ensayar una vez más el olvido.
No había espacio en mi corazón para una costurita más, ni siquiera estaba aún totalmente zurcido, y la sangre manaba de vez en cuando, si no ya en torrentes, sí en lacerantes gotitas que amenazaban con ahogarme de hemorragia masiva algunas veces. Esas mismas gotitas que él se encargó por un tiempo de enjugar una a una, hasta lograr detenerlas con unas débiles costritas que anunciaban un inicio de mejoría, un alivio bienvenido pero esquivo.
No es que hubiese estado ciega, de hecho estaba demasiado atenta, incluso sospechosa de ese inverosímil salvavidas de su ternura. Sabía que algo se venía, pero estaba tan pendiente del primer atisbo de desafecto, que no ví más allá de mí y de mi sentimiento de bienestar junto a él.
No lo ví a Él.

- No hubieras podido verlo, yo soy un experto en la ocultación.

Y le creo. Pero creo que él también esperaba más de mí. Esperaba, si no clarividencia, al menos lealtad, al menos que aperrara junto a él y me bancara también los malos tiempos de las mareas de su ser. Esperaba quizá que alguien le prestara un hombro para descansar, para poder ser él. Era fácil convivir con su lado luminoso, océanos de paz me inundaban al tenerlo cerca mío. Lo devoré con ansias, tal era mi grado de necesidad de la sola fuerza de su presencia.
Pero le di con la puerta en las narices al mostrarse débil, dudoso, inconstante. Y fue a la primera. Podría haber sido a la segunda, o a la tercera como máximo.
Y hoy, ahora, me duele esta revelación como sabía que dolría. Nostalgia, pena sorda, lágrimas contenidas que no rodarán por mis mejillas, por la sola razón que serían una falta de respeto hacia él y hacia mí. Sólo un silencio me estrangula la garganta, me impide hablar.
Pero nada pasa inadvertido ante sus ojos.

- Qué pasa, niñita?

Qué pasa. Qué pregunta más infinita. Desearía rasgar mi cráneo y mostrarte mis pensamientos a tí, a quién nada escapa de tus oscuros ojos. Y así sabrías si algo de la respuesta a tu pregunta se encuentra imbricado en los laberintos de mi mente sin respuestas. Pero ella no está ahí.
Si rasgo mi pecho y te enseño mi corazón, tal vez otra pista hallarías. Pero tú sabes que la respuesta tampoco se hallaría por completo ahí.
No se qué más rasgar para mostrarte porque no se dónde está mi alma. Tal vez tú lo sabes, presiento que la has visto pasar alguna vez frente a tus ojos, o la has percibido en ese aroma indefinido de mi escencia cuando alguna vez estuvo entrelazada con la tuya.
No se dónde hallar mi alma en este momento enfrente tuyo, si lo supiera te la mostraría, y quizá podrías hallar esa respuesta, y todas las respuesta que yo misma aún ignoro para todas las preguntas que aún no resuelvo con respecto a mi existencia, a mi sentir de esta vida con sus cosas que me alucinan y me agobian.
Pero estás jugando, la respuesta la sabes de antemano. Es sólo que quieres escucharla de mi boca. De verdad querrías oírla? a estas alturas/profundidades de nuestras existencias?
Si tuviera la certeza que ello serviría para bien tuyo más que para desahogo mío, te juro que abro mi boca, descargo el torrente y que Dios se apiade de nosotros...
Pero no la tengo. Mi boca permanecerá cerrada.
Aunque estoy muriendo por darte un abrazo, sólo uno, uno de esos, recuerdas?
How can I hurt when I'm holding you?
Debes detenerme, tú eres el experto, yo ya no veo nada. I'm blind, remember?

Aún así, ensayaré algo para tí.

Perdóname, por haberte negado lo que era tuyo.
Perdóname por no haber sabido
Perdóname por no haber podido
Perdóname por no haber estado
Perdóname por no haber preguntado
Perdóname por no haber tratado
Perdóname por no haber intentado

Acaba de rodar una lágrima por mi cara

Tú has visto otras antes, pero ninguna como ésta
Esta fue por la impotencia de mí en tí
Fue para tí.

Wednesday, June 29, 2005

Vaina y gateo

- Happy Hour?
- All right, girl! wherever you say it'll be fine
- Let's go to the Ritz, it's pretty close from here
- It sounds good to me, let's go then...

Jess instala a Baby en el coche y bien abrigados partimos los tres al encuentro de esas conversas que tanto disfrutamos. Porque estoy segura que Baby ya cacha todo todo.
El lugar da lo mismo, pero no es detalle menor. Tras ser ceremoniadas al por mayor en el hall, nos adentramos en el Lobby y avistamos a un par de amiguis conversando verdaderamente y mucho del resto del zoo en vitrina, intentando articular algún diálogo que justifique y esconda la ansiedad por ser visto pero que igual es delatada a través de ojos que se apartan de interlocutores tan ocupados como ellos en idénticos afanes. Qué fashion.
Baby mira, mira y mira, se mueve y parte en su incursión de rigor. Es que está que se larga a caminar solito y con sus manitos agarra cualquier cosa que le permita avanzar hacia sus objetos de deseo. Está aprendiendo a caminar.
Encontramos un lugar a nuestro gusto, ordenamos rápidamente y abrimos la llave.
Y me pongo cebolla. Jess se va un rato a visitar a su familia en USA y yo me siento algo huérfana. Es que en medio de este misplacement, hay un espacio de mí que fluye libremente cuando nos juntamos, conversamos, nos reímos, carreteamos, pero también cuando compartimos nuestras esperanzas, nuestros miedos, nuestros sentimientos duros, nuestras incertidumbres.
Nunca olvidaré las circunstancias por las que atravesábamos cada una cuando se cruzó en el camino de la otra. Serendipity que le dio el marco y pauta a nuestra amistad.
La voy a echar de menos. Se que vuelve pero se que se irá otra vez, probablemente para no volver. Eso es lo que ella quiere.

- Come on, you wanna get out of here as well!
- Yes I do, but for different reasons

Ahora lo pienso y veo que no, que mis razones no son muy distintas. Nuestras situaciones son distintas, pero nuestra inquietud es parecida, es sospechosamente similar, as a matter of fact. Puede que incluso su naturaleza misma se idéntica.
Le digo que igual estoy feliz por ella porque se que está homesick y que le hará bien ver a su gente. Los extraña tanto... puedo verlo en sus ojos cuando habla de home. Le digo que seguro que todo va a cambiar cuando encuentre acá un trabajo que le guste, con el que pueda emplear su mente en algo extra al cuidado de Baby. Ella también lo cree pero no se convence.

- Cheers! qué rica la vaina... medio cargadita no más, jejejejeje

Se aliviana la densidad. Y ella de pronto saca una cajita.

- Your belated birthday's present...

Yo le había llevado su regalo de cumpleaños adelantado, un Viognier Cono Sur Vision 2003. Esa es otra, ella disfruta tanto regalando como yo.

- What is this???
- Open it up... I hope you like it.

Of couse que siempre me gustan sus regalos y adoro aún más sus wrappings. Para Navidad me regaló un libro de Chagall, ella tuvo la delicadeza de recordar que me gusta tanto ese pintor.

- Ohhhh, they are so beautiful... thanks, girl...

Unos aros hermosos, de plata, delicados, hippientos...
I'm touched.
Nos reímos, apuramos las vainas, conversa, conversa, sorbo, sorbo.
Y Baby ya agotó su perímetro. Pero quiere ir más lejos. Jess lo toma en brazos, le da volteretas, le habla, lo besa, lo mima. Nunca en mi vida he disfrutado tanto viendo a un baby ser regaloneado, atendido y estimulado como cuando veo a Jess y Andy con Baby. Como que ellos se transforman junto con él, se convieten en versiones mejoradas de sí mismos para regalarle a su hijo lo mejor de ellos mismos, y mostrarle un mundo lleno de color, música y sabores, preocupados de enseñarle que la vida es toda una aventura llena de tesoros por ser descubiertos, que no tema, que ellos están ahí, no para sobreprotegerlo o aislarlo dentro de un medio aséptico de microbios y peligros o para garantizarle una vida libre de temores, frustraciones y penas, sino para mostrarle que estos peligros existen, para que aprenda a identificarlos y para que no se transformen en un estorbo en su camino. Que sean un obstáculo que él aprenda a saltar.
Y todo eso sin palabras. Un amor no hablado sino actuado, expresado en acciones, en hechos tangibles, en construcción de historias. Y Baby entiende todo. Por eso digo que ya las cacha todas...
Ahora es mi turno, yo agarro a Baby y lo llevo a pasear por el Lobby.
Eso fue lo que pensé en ese momento. Qué ilusa. Sus manitos tiraban de las mías, pero ellas eran sólo un apoyo para él, él las dirigía. Porque sí que sabía dónde quería ir.
Baby me llevaba. Sus pasos me guiaban, yo sólo lo seguía, prestándole mis manos.
Baby me guía al piano. Baby, lees mi mente, pensé. Yo también amo la música; esa música nos atrajo como a los ratones al flautista del cuento. Y mientras él observa al pianista, mi sonrisa es de un tamaño sólo comparable con el tamaño de los ojazos azules de Baby, todos abiertos e hipnotizados por esa ejecución musical. Qué placer.

Y volvemos a nuestro sillón junto a Jess, el tiempo se acaba, es hora de partir.
Baby, gracias por enseñarme a ayudarte a caminar.
Me enseñarías a gatear?

No pertenencia

La normalidad es una ilusión. Al menos la normalidad pregonada por los lugares comunes. Yo me perdí otra vez. Mis teorías se han derrumbado. Mi realidad no funciona más que dentro de mi burbuja, pero todas las cosas y personas existentes que me importan existen en otro plano, uno al que yo no pertenezco. No al menos por ahora, no al menos desde hace un tiempo a la fecha. Me pregunto si alguna vez viví en la realidad real de los otros.
Pero ciertamente tiene sentido que sea así, ciertamente este descubrimiento explica muchas cosas.
I'm misplaced.

PPH
PPH