Me rindo

Lunes 25 de julio de 2005

Darling:
How are you doing? I hope that your feelings of lethargy has passed. I am doing OK. Feeling a bit restless myself like I am just treading water. Maybe it is just the weather with the heat zapping all my energy. Summer has truly arrived this past weekend with temperatures around a 100 degrees F. I don't know - maybe it is something else. I guess Jess will be back soon - only a week away. And your interview on the 10th is coming up soon. I will keep my fingers crossed for bueno suerto.
Un beso grande para ti.
Walt

(no respuesta de mi parte)


Martes 26 de julio de 2005

Llamada LDI

(CONVERSACIÓN)


Miércoles 27 de julio de 2005
Respondo, al fin:

My Dear Walt,
Someone reminded me today that this is my favorite song. And it brought me up.
This is my gift for you today.

BEAUTIFUL (Marillion)

Everybody knows we live in a world
Where they give bad names to beautiful things
Everybody knows we live in a world
Where we don't give beautiful things a second glance
Heaven only knows we live in a world
Where what we call beautiful is just something on sale
People laughing behind their hands
As the fragile and the sensitive are given no chance

And the leaves turn from red to brown
To be trodden down
To be trodden down
And the leaves turn from red to brown
Fall to the ground
Fall to the ground

We don't have to live in a world
Where we give bad names to beautiful things
We should live in a beautiful world
We should give beautiful a second chance

And the leaves fall from red to brown
To be trodden down
Trodden down
And the leaves turn green to red to brown
Fall to the ground
And get kicked around

You strong enough to be
Have you the courage to be
Have you the faith to be
Honest enough to stay
Don't have to be the same
Don't have to be this way
C'mon and sign your name
You wild enough to remain beautiful?
Beautiful

And the leaves turn from red to brown
To be trodden down
Trodden down
And we fall green to red to brown
Fall to the ground
But we can turn it around

You strong enough to be
Why don't you stand up and say
Give yourself a break
They'll laugh at you anyway
So why don't you stand up and be
Beautiful

Black, white, red, gold, and brown
We're stuck in this world
Nowhere to go
Turnin' around
What are you so afraid of?
Show us what you're made of
Be yourself and be beautiful
Beautiful

Ahhh, by the way...

Perhaps this also might help,

I love you,

for what it's worth

(I've just found out about it last night... after your calling, and a long talk to myself)



Miércoles 27 de julio de 2005
Su respuesta:

Te amo, my darling. Tu eres linda en tu espiritu, cuerpa, and mente. Hoy es mejor que ayer. I can't wait to see you.

Walt



Ya se lo había escuchado una vez. Dos veces, creo.
Pero no le creí. No le quise creer.
Ahora... me gustaría creerle.

Por fin supe lo que me tenía cansada.
Resistirme a la evidencia.
La Negación.
La Ocultación.
El esfuerzo por tapar el sol con un dedo.
Engañarme con que tanto mail y llamadas no harían mella en mi fortaleza de piedra.
Ahogar un sentimiento. Hacer como que no existe. Actuar como que no existe.
Hasta casi creerlo extinto, o totalmente dominado y bajo control.
Buscar un reemplazo
a lo irremplazable.

Tanto paseo, tanta salida,
sólo para terminar una y otra vez midiendo la distancia que los separa, a todos, de él.

Sip. Es él. Todavía es él.
No entiendo por qué, pero es así, por más rabia que me de. Por más absurdo que me parezca. Por más peros que le encuentre a esta situación.
Por más mínimas e ínfimas que me parezcan las posibilidades de estar juntos, algún día, de la forma que yo quisiera.

Es como el blog de Distémper, que llegó a un punto que simplemente decidió que ya no podía existir un espacio donde no estuviera incluida su baby.
Yo traté de desenrredar mi confusión, jugando con las palabras y las ideas, dejando la pieza clave afuera. Racionalizar, ver causas y efectos. Encontrar explicaciones, elaborar mi manual interno. Para poder entenderme, conocerme, aceptarme, observar patrones, mejorar.
Jajajajaja, pero muy niñamente e intencionalemente estaba dejando afuera a la persona por quien invariablemente pido todas las noches.

He pedido distintas cosas, para él, por él, con él.
No recuerdo un día, desde hace rato, que no haya pensado en él. Tal vez uno, o dos.

Hubo días que lo eche terriblemente de menos. Otros días lo odié con furia. Otros días creí que ya no me importaba nada.

Otros días, simplemente, le daba permiso a mi mente para vagar libremente por los recuerdos que quisiera visitar, los más gratos, los más lindos, los más placenteros, los más plenos. En esos recreos en que les daba permiso de aparecer a mis mejores recuerdos, mi mente se dirigía derechito a ése, mi recuerdo regalón, mi favorito, mi predilecto, tan preciado, que lo cuido con celo para no gastarlo.

Una calurosa tarde de verano en Vicuña. Un jardín inmenso con pasto verde, fresco, oloroso. Una silla mecedora con toldo a la sombra de una palmera inmensa. Él sentado en la silla, yo a su lado recostando mi cabeza en sus piernas. Él jugando con mi pelo, rascándome la cabeza - qué delicia, mi caricia PREFERIDA, la adivinó solito, yo nunca le conté -, yo dormitando en sus brazos, una brisa fresca soplando en mi cara, en su cara.

En ese exacto momento decidí que ese sería un recuerdo que duraría una lifetime. Disfruté cada milésima de segundo porque sabría que nunca jamás en la vida se repetiría tal momento cósmico, y que era finito. Y, así, lo hice infinito. Lo memoricé, lo grabé, lo sellé. Y ahí se quedó, suspendido, atrapado en alguna hebra cósmica de tiempo/espacio/dimensión.


No puedo, ya no
No quiero resistirme, me supera

El lunes me había llegado un mail suyo que no respondí. Quería comenzar a borrarlo aprovechando el impulsito del apestamiento generalizado. Hacía rato que estaba envalentonándome, ejercitándome, fortaleciéndome, alejándome, distanciándome, preparándome para cerrar definitivamente el capítulo. Me resisto a que pueda haber un sentimiento de tal magnitud sobre bases tan etéreas, tan poco "reales", si considero lo que comúnmente se entiende como la forma como deberían suceder las cosas. Los patrones, las formas, las cosas que conocemos e identificamos como sólidas, como veraces. Hace rato que ya no sueño. Viví mucho rato en ese mundo y desconfío absolutamente de él.
Y ayer iba camino a psico-day, y suena el celular. "ID no identificable". Oh, my God.
Era él.
Sonaba infinitamente triste, como nunca lo había escuchado.
No es la primera vez que pasa que nos invaden estados de ánimos parecidos a los dos al mismo tiempo, y justo nos escribimos o me llama. Hay algún circuito que nos mantiene conectados a ultra-larga-distancia-internacional. Frecuentemente nos adivinamos lo que el otro va a decir, siempre nos reímos de eso. Su frase favorita es decirme "I know you know". Bueno, y otra vez pasó ayer.
Hablamos harto. Por primera vez fui totalmente abierta en explicarle lo que sentía hacia él.
Le expliqué la "complicación" que significa él en mi vida. Los esfuerzos que he hecho para encontrar mi punto de equilibrio, incluso saliendo con otras personas. Sí, también eso se lo dije. Todo. Le abrí la puerta para que saliera y no volviera más. De verdad que esperaba que saliera, una parte de mí lo deseaba grandemente para acabar con todo esto de una vez y por toditas. No cruzó el umbral de la retirada digna que le ofrecí, por más que lo empujé.
A cambio, me abrió - quizá por primera vez en forma real - la puerta para asomarme a un rincón de sus sentimientos. Y lo sentí real, verdadero. Hubo una cosa que llamó especialmente mi atención de lo que dijo. Era como si estuviera leyendo mi mente, expresando un sentimiento idéntico al mío. Se me empezaron a caer las lágrimas, le dije que no pretendía hacerlo sentir mal cuando ya estaba suficientemente bajado, diciéndole todas esas cosas que le había dicho. "We are what we are" dijo.

Algo me pasó con esa llamada... y empecé a llorar, llorar, llorar.
Al fin había dado con la causa, la madre de todas.
Y vamos llorando, y me largué y lloré, lloré y lloré, con escándalo y con cuática, como diría Perecito, liberando por fin toda la pena y la angustia de estos días tan malos.
Con el pequeño detalle que iba manejando por la carretera con 45 minutos de viaje por delante. Mejor, ojalá que no se me cruce nadie eso sí, manejando como a 80 km/hr. Paré en una Shell a comprar cigarros, el cajero me miró con cara de condolencias. Sigo a mi destino.
Ya tenía la respuesta.
El resto fue ayuda, apoyo para vencer la resistencia brutal de mi voluntad - que disfrazo de "sentido común" - y reconocer lo que tanto me he esforzado por negar y tapar, por alejarlo dando los tratamientos que creí más convenientes.
Justo en el momento en que estaba considerando seriamente una de las alternativas que me propuso mi amiga Fa.
Qué divertida es la vida.

Antes de terminar nuestra conversación telefónica, quise disculparme por no haberle respondido su e-mail de inmediato, y le dije que se lo respondería cuando tuviera algo bueno que contarle, algo con qué subirle el ánimo. Él dijo que no era necesario, que con sólo oirme, aunque fuera a miles de millas de distancia, ya se sentía mejor. A mí me pasó lo mismo.

Y no se me ocurrió nada mejor que mandarle mi canción favorita de regalo... y de pronto, ups! se me salieron unas palabritas al final, como quien no quiere la cosa. Sin cuática. Salió no más, sin escándalo ni fracesitas explicativas-disimuladoras-ambiguas.
Y me sentí bien. Por fin, tanto rato y esfuerzo gastados... total, que él haga lo que quiera con esas palabras. Yo ya estoy al día conmigo misma. Ya no tengo nada que perder, sólo unas cuántas toneladas de hierro de la fortaleza con la que me escudaba contra lo que siento. Guau, ahora la vida me pesa harto menos.

Y ya lo se, ya se lo que quiero
Y no quiero nada menos.
No voy a renunciar
No todavía


No recuerdo la última vez que dije estas palabritas... en español, las debo haber dicho hace... uf, mucho rato. Me siento... rara... pero bien.
No me esperaba una respuesta tan directa en todo caso. No esperaba siquiera una respuesta, no fue esa la motivación.
En todo caso, bien por mí, bien por él... bien... por nosotros.