Saturday, October 01, 2005

Marketeable

Vamos bien con el fitness. Mucho ejercicio no ha habido, pero con algunas modificaciones en la dieta, ya descuento dos kilitos a la fecha!!!
No hay nada más entrete que empezar a probarse ropa y notar que ahora te entra lo que antes no, y empezar a jugar a desfile de modas con la ropa que ya habías suprimido por lata a esos rollos extra.
El único problema es que a veces todo se conjuga para poner a prueba la fuerza de voluntad... hoy tengo un cumpleaños, el martes una cena por la pega, el miércoles un almuerzo por la idem... y así.
Tengo dos alternativas: declarar que me he vuelto vegetariana o que me estoy recuperando de una gastritis. Lo se, es odioso, pero esta presión cultural para que comas cuando no quieres, es lejos lo más desagradable.
Por principio, ODIO andar dando explicaciones de cualquier tipo. Antes, para ser más polite y agradable, solía deshacerme en explicaciones sobre cualquier comportamiento/manía/costumbre/peculiaridad mía. Era como una necesidad para caer bien. Ahora no - y no es que quiera caer mal...
Como dije, hoy tengo un cumpleaños. Es de la Cri-cri, la señora de mi amigo Keno. Me llamaron dos veces para asegurarse que yo fuera, dado que no fui al cumpleaños de Tommy - su primer retoño -, luego de haber jurado de guata que iría. La segunda vez, luego de que la Cri me llamara para confirmarme, Keno pidió hablar conmigo. Estoy segura que, al igual que en la célebre frase de El Padrino, quería hacerme una oferta que yo no podría rechazar:

- A ver niñita, no puedes faltar esta vez... te tenemos un candidato excelente...

Glup. Eso es serio. Dos de mis ex los he conocido por obra y gracia de este niñito. Y ahora, con la potencia multiplicada por dos - ahora está casado con la Cri -, su amenaza se vuelve más letal.
Es que a todos tus amigos casados quisieran que ingresaras luego al club. A veces, no se si es porque creen sinceramente que así serás más feliz, o sienten un deber moral por sacarte del oprobio social que, en algunos ambientes, significa el hecho de estar soltera después de los 30.


La verdad, yo a veces le saco el quite a mis amigos casados porque en sus eventos sólo hay gente casada. Y las mujeres se agrupan y conversan de la casa, los hijos, etc. Obviamente, ahí yo no tengo mucho más que decir que "Oh, en serio? qué tierno? que lata...", etc. Consecuentemente, me aburro luego, por lo que me voy aconversar con los hombres, habitualmente colegas míos o relacionados a mi mundo laboral. Lindo cuandro: yo, la única mujer, rodeada de hombres casados. No muy alentador. Y menos cuando de repente, notas alguna mirada suspicaz desde el grupo femenino, que te observa claramente como una amenaza potencial. No way.
Ante la perspectiva, me abstengo.


La única excepción a mi incomodidad frente a mis amigos casados la podría constituir mi gran amigo Gato, con quien almorcé ayer. Gato es un ex compañero de U, amigo entrañable, fiel y preocupado. Se casó con otra compañera de la U - que no era gran amiga mía precisamente -, y aunque dejé a su mejor amigo de la U luego de 6.5 años, aún me quiere y considera como una hermana. Siempre me llama para saber cómo estoy y pasarme a ver si anda cerca por la pega, cosa que yo nunca hago. Ya lo he dicho, me aparto de los hombres casados, aunque hayan sido grandes amigos, por respeto al sagrado vínculo, y para ahorrarme pelambres, cahuines y malos entendidos.

Gato me hizo una exposición detallada de su vida de casado. Aunque adora a su señora, obviamente tienen problemas. Y no son pocos. Se explayó in extenso y, luego de un rato, caché por donde iba la cosa.

- A ver Meme - mi apodo de la U -, yo te entiendo, pero no te apures. Deja que las cosas fluyan solas. Tómate tu tiempo y disfruta de la vida.

Ese fue su comentario luego que le conté en qué iba mi cuento con Walter, y mis intenciones de acelerar el ritmo de los acontecimientos en nuestra historia.

Y me conmovió la sinceridad que vi hasta el fondo de sus ojos. La recomendación venía de cerca. Algo me hizo click. Y entendí.
Entendí que a veces uno se esfuerza por complicarse la vida sin ninguna necesidad, porque siempre ve que el pasto es más verde en el jardín del vecino. Pero yo también tengo vecinos que ven mi jardín y quisieran tener uno así...
Gato quiso decirme que cuál es el gran apuro en complicarse la vida haciendo madurar a destiempo situaciones que aún no lo están...
Yo misma aún no lo estoy.
Me dejó pensando. Mucho. De hecho, me cambió el foco.

Vuelvo a ser Julieta Venegas, a querer todo leeeeeento, muy lento.

Lento por las piedras, pero con las antenas puestas...
Al menos hoy, creo, podría tener a alguien con quien conversar sin causar problemas en un bando, ni aburrirme como ostra en el otro.
Es más de lo que puedo pedir para un fin de semana en casa.

4 Comments:

Blogger dani said...

buena suerte pepinot con el pretendiente de esta noche ;o)
lo de no apurar algunas cosas...tambien me deja pensando...

5:06 PM  
Blogger la petite genie said...

Lo mas importante es ir a un lugar con “ganas” de ir …a compartir , a pasarlo bien, a distraerse…personalmente pienso que uno debe ir a un fiesta…comida… reunión social…etc. solo si tiene deseos de ir….pq las cosas a presión a veces no funcionan....
Si te animas a ir….. de seguro tu fuerza de voluntad te permitirá pasarlo bien y disfrutar de una excelente “velada”.
Suerte…..y alo mejor tu amigo tiene razón…no tenemos pq complicarnos la vida….debemos esperar que las cosas caigan por su propio peso….. : )
Que estés bien.
Chau.

5:07 PM  
Blogger Oscar said...

... creo que también le haré caso a tu amigo gatuno y no nos complicaremos la vida.
Chaus y que la pases bien.

5:55 PM  
Blogger Willy said...

sipo, loquilla, te lo perdiste!
Aunque, si quiere detalles, puedes preguntarle a varios y así tener muchas versiones de lo que pasó... je je je...

Un saludo enorme... no te pierdas! (te esperamos a la otra)

W.

3:34 PM  

Post a Comment

<< Home

PPH
PPH