Saturday, February 11, 2006

Día de playa cualquiera

Fue un día más de mis vacaciones en el mar. Un día más de relajo irreal.
Anyway, el caso es que el día partió temprano, gracias a la alarma de mi celular que se me olvidó desactivar, con lo que desperté a la misma hora que suelo despertar en un día normal cuando tengo que ir a la pega... o sea, a las 6:30 am (me tocaba lavado de pelo, si no, la hora hubiese sido 6:45 am).
Considerando que no me había dormido muy tarde, fue una hora más que razonable, por lo que desperté descansada y de buen ánimo, ya sin la caña que me reportó el exceso de champaña del día anterior - ojo, eso sí es algo que debo recordar: la champaña me hace PÉSIMO. No olvidar. No más de una copa, o los resultados serán funestos por un día al menos -.
Volviendo al punto, a continuación me apresté a terminar la peor idea de lectura que he tenido en este verano: la biografía de Iván el Terrible. Resumiendo, el mencionado Zar FUE TERRIBLE. O sea, como para tener pesadillas todos los días siguientes. Es Terrible cuando tu imaginación no ha alcanzado ha concebir cosas tan horribles como las que descubres de pronto que fueron realidad, que de verdad sucedieron. Y que nuevos horrores que nunca imaginaste, cobran vida y posibilidad a través de las biografías de algunos personajes históricos - más encima -.
Me salva el pensamiento de que mi capacidad de asombro aún no encuentra sus límites, aún no soy insensible ni a la bondad ni a la maldad.
Retomo. Luego de acabar la biografía – y de recibir entremedio un llamado de mi padre que se olvidó que yo estaba de vacaciones, y que quería que le hiciera un depósito, lo cual me llama a una terrible reflexión sobre los conceptos de ausencia/presencia en mi relación con mi padre -, decido levantarme e ir hasta el pueblo, a algún cybercafe, para postular on line a esa pega que vi por el diario.
El día está nublado, no importa, buena excusa para haberse levantado tarde –12:00 pm -. A continuación, tomo mi ducha, la cual esperaba que fuera muy helada, dado la llave única de la ducha, que no decía si era para caliente o para frío. Pero fue caliente, bien caliente, más de lo que hubiera deseado en realidad.
Deseando lucir algo más que sólo playera, encontré una pollera hippie-chic, y luego de algunos arreglillos, decidí que la producción estaba good enough y emprendí camino al cyber. Ahhh, y debo decir que me envolví en un perfume que me trastorna, el Be Delicious DKNY. Muy potente - hasta sentí el efecto en el gringo del computador de al lado en el cyber del pueblo -. Y bueno, me aboqué a mi tarea de aplicar para la pega.
Hacía rato que tenía ganas de comer algo local, algo con sabor a mar, por lo que a la salida del cyber, me fui a una picada conocida, rogando por que vendieran comida para llevar… y BINGO! Sí tenían, por lo que ordené de inmediato lo había tenido en mente desde que llegué: un apoteósico Pastel del Jaibas…………. Mmmmmmmmmmm, qué delicia, y más encima una vaina por cuenta de la casa para entretener el tiempo de espera… todo bien. De regreso a “cabañita” – en lugar de “casita”-, me dispuse a hacerle los honores al festín. O sea, preparar el ambiente, sacar algunos cubiertos a la terraza, y destapar el rosé de Santa Rita que había llevado conmigo, en espera de algo digno de ser acompañado por este rico vino de verano.
Y ya. El mar y yo. El pastel y el vino. Y una María José – anfitriona del lugar, pareja de mi profe de surf – recién amanecida a las 2 pm, a quien le entrego sus uvas. Fue un encargo de su parte, y sonríe feliz, más feliz por el precio – $0 -.
Y, mientras saboreo cada fibra del dichoso pastel, entre sorbo y sorbo del rosé, veo nada más ni nada menos que a nuestro anfitrión franchute – el dueño de las cabañas, los caballos, la casa de madera, la panquequería y mi habitación/cabaña/refugio -, recogiendo la basura que los visitantes – muy en su mayoría chilenos – arrojan sin ningún escrúpulo por donde quiera que vayan pasando; cosas tan diversas como bolsas plásticas, cajas de cartón y papeles de dulce, hasta papel higiénico y otros desperdicios innombrables por delicadeza.
Sentí vergüenza ajena.
Este franchute hizo de un país extranjero su casa, su fuente de trabajo, su vida. Y lo cuida, trata de preservarlo. De quién? De los mismos ciudadanos dueños de ese territorio.
Yo sé que alguien puede decir que a él le conviene, que por eso lo hace. Pero acaso no le conviene a todo aquel que es dueño de un pedazo de suelo, o pertenece a algún territorio, el preservarlo limpio, libre de contaminación, y que constituya un agrado y gozo para todo aquel que lo visite? Aún a esos mismo tarados asquerosos maleducados que llegan a un lugar agradable, limpio y admirable… no les gusta acaso llegar a este tipo de lugares para luego dejarlos inmundos y contaminados con toda la basura que arrojan??? Claro que les gusta, pero no piensan, no saben, o no les importa que estos lugares permanezcan inalterados para el futuro goce de los visitantes por venir.
A veces creo que a nadie le importa, o a muy pocos. Pocas veces he visto en Chile a alguien levantando el papel o la basura arrojados por otros. Sí lo he visto en otros países: gente que voluntariamente y gratis, constituyen brigadas y dedican parte de su tiempo a preservar de la basura, caminos escénicos, spots turísticos, bellezas naturales, para que todo aquel que visite el lugar lo pueda observar y apreciar en su más pleno esplendor.
Eso es lo justo, eso es como debe ser.
No hay nada que me empelote tanto como la basura formando parte del paisaje habitual de nuestras carreteras, nuestros camping, nuestros sitios de veraneo, las veredas de nuestros hogares, los paraderos de micro, etc, etc, etc, etc, etc,.....
Amo Chile. Amo ser chilena. Pero sentí vergüenza de que un extranjero, en mi país, demostrara más cuidado por el medio ambiente que sus propios ciudadanos, los dueños por derecho de Chile, los llamados a preservar este territorio que nos ha sido otorgado para gozar y cuidar de él.

Me he reconciliado con la France. Petite, espero que estés feliz.

4 Comments:

Blogger dani said...

Pepinot,
somos 2, a mi también me empelota que la gente no cuide y ensucie sin siquiera arrugarse. Yo que viajo mucho en cromi siempre veo como señoras e hijos votan los papeles de los típicos chocopanda u otros, dejando la micro como un basurero cualquiera. Incluso he visto que al terminar la bebida, abren la ventana y arrojan la botellita plástica a cualquier parte!!.
Cómo es posible! me pregunto yo!, qué cuesta guardarlo entre las manos, en una bolsita y esperar a encontrar un basurero y ahí votarlo.Pero no!, la gente es tan cómoda. Y tan sucia a veces!.
En fin.
Espero que te vaya bien en tu postulación para pega.
Saludos

3:55 PM  
Blogger Policarpia said...

Jaibas, que rico .. jaibas ... jaibas y paella son 2 platos que andan rondando en mis ganas desde hace tiempo ... mmm jaibas!

Sobre el tema de la basura comparto con ud Pepinot. Y al igual que Kit me empelota cuando se arrojan papeles en la micro o por la ventana .. pero lo que también me empelota demasiado es quedarme callada sin hacer nada, y aunque me empelote tanto, puede más la verguenza que puedo pasar si el personaje termina echandome la foca.
En fin

Saludos chica Pep

9:27 AM  
Blogger Oscar said...

... comodidad, flojera, despreocupación, falta de cultura y de interés... en fin. Por eso es que hay suciedad por todos lados. Además, cada cual cuida lo que se es suyo (y eso) y lo publico, que lo cuiden otros.
Saludos y no sigas sacando pica con tus vacaciones...

2:28 PM  
Blogger Pinot Noir said...

Kit: toda la razón con lo de las micros, es lejos lo más patético ver a un tarro contaminando visual y ambientalmente en el más amplio sentido...
Poli: ese día cuando vi al franchute recogiendo basura, me dio tanta verguenza que partí a ayudarlo, sin mencionar que cuando algún auto que va delante mío hace la "gracia" de tirar algo por la ventana, le prendo las luces, lo bocineo... creo que hasta lo chocaría si me pillan en un mal día, jejejeje
Oscarito: no le ponga taaanto, ud no la hecho nada de mal... con las vacaciones quiero decir!!!
Saori: no te preocupes, yo ando por ahí con mis manías, si te contara... Por lo demás, lo que tú señalas no son manías, sino hábitos bastante pésimos

Besos a todos,

2:59 PM  

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