Buenos Días

Así están mis días. Y muy locos, pero en el buen sentido. Mucha pega, mucho movimiento. Y yo muy entretenida y agradecida por ello.
Hoy voy de salida al pueblo donde pasé los 7 mejores años de mi vida - se me alargó un poco la carrera -, mis años de universitaria. Chillán.
Vuelvo a mi Facultad, ahora como una profesional, a escuchar charlas de los que un día fueron compañeros de carrete, hoy convertidos también en repetables profesionales que destacan en sus respectivos ámbitos. Intersante vuelco.
Supongo que yo tampoco soy la misma. No se si me animaré a pasar a saludar mi antiguo hogar; a veces la vida te aleja de manera inexplicable de personas/lugares que fueron alguna vez terriblemente familiares...
Tengo sentimientos encontrados con la nostalgia. Rara vez le dejo la puerta abierta, es una trampa que tergiversa la realidad, y a veces tuerce los sentimientos. Ciertas cosas DEBEN quedar en su lugar.
Pero a pesar de que toda mi vida odié su clima - extremismo maldito, te congelas en invierno y te asas de calor en verano -, no puedo dejar de pensar que ésta es una de las mejores épocas del año para visitar Chillán.
Muchas cosas buenas me han pasado año tras año durante estos meses, y éste - hasta el momento - no está siendo la excepción.